La violencia en la pareja y en el núcleo familiar tiene graves secuelas para todos los que se enfrentan a ella, ya sean víctimas o agresores. Los hijos además se ven dañados. Se consideran víctimas directas, aun cuando la violencia no vaya dirigida a ellas y no sean testigos de la misma.
Como vemos los efectos de la violencia dentro de la familia perjudica a todos los miembros de el núcleo familiar y a diversos puntos de su día a día y además a la sociedad general. Aquí te mostramos los aspectos que consideramos más relevantes.
En la terminología oficial, la violencia entre miembros de el núcleo familiar suele denominarse violencia intrafamiliar.
Esto incluye no únicamente la violencia en las interrelaciones de pareja (por ejemplo, previamente, a en la relacion de novios /casados y después de la separación), sino además la violencia contra los hijos, la violencia de los hijos contra sus papás, la violencia entre hermanos y la violencia contra los individuos más ancianos que viven en casa.
Veamos primero ciertos puntos de la violencia entre los miembros de el núcleo familiar:
Interacción agresor-víctima. En la violencia en el núcleo familiar, (los cónyuges) las parejas, los padres, los hijos y otros miembros de la familia pueden ser autores o víctimas. Generalmente, existe un vínculo emocional entre el atacante y la víctima. Esto frecuenta seguir inclusive luego de una división física.
Vivir en un hogar compartido. La violencia en el núcleo familiar frecuenta producirse en casa compartido o en el espacio privado. Este suceso tiene un intenso efecto en la sensación de estabilidad de la víctima.
Intención de perjudicar por parte del creador. La violencia frecuenta definirse como un acto consciente. No obstante, varias maneras de maltrato además tienen la posibilidad de tener sitio sin intención inconsciente (por ejemplo, gracias a la negligencia, la ignorancia o la inviabilidad de la mente del autor).
Abuso físico y psicológico. La violencia tiene puntos físicos y psicológicos. La violencia física se plantea en una agresión física (por ejemplo, golpes, patadas).
Situación social y financiera. Una persona que vive con maltrato en casa tiende a sentirse avergonzada y aislada, inclusive de su familia. Una mujer que se separa de una pareja maltratadora frecuenta encontrarse en una situación económica bastante difícil, en particular si tiene hijos.
Tienen que recurrir a el apoyo social (enlace al CMS). Además podría ser el caso de un hombre víctima de la violencia.
Costes directos e indirectos. La violencia dentro de la familia produce costes para los individuos dañadas, sin embargo además para la sociedad: costes de la justicia, la policía, los costos doctores, la ayuda financiera (ayuda social), las consultas para las víctimas y los agresores, etcétera.
Además, la violencia dentro de la familia tiene implicaciones económicas en términos de ausencia del trabajo, imposibilidad a largo plazo para laborar y/o para hacer las labores domésticas.
Niveles de gravedad de la violencia. La violencia se crea en diversos grados. La violencia física va a partir de los empujones, los agarres, los zarandeos, las bofetadas, las patadas y la asfixia hasta los malos tratos graves y el asesinato.
El violencia psicológico va a partir de la carencia de afabilidad, la ignorancia, la desvalorización y las regañinas hasta las amenazas masivas y el terror psicológico.
Desequilibrio de poder entre el agresor y la víctima. Cuando usa la violencia, el agresor frecuenta aprovechar un desequilibrio de poder con su víctima. No obstante, la violencia además puede tener el propósito de conservar, generar o restaurar aquel desequilibrio de poder.
Este solo es un breve fragmento sobre la violencia intrafamiliar incluida en nuestra web:
https://www.adolescencia.com.mx/violencia-intrafamiliar/