12 septiembre, 2016
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Vaya cómo se ha revuelto El Imparcial.es contra la Agencia Tributaria. ¿Tienen miedo, Vila, Anson, Varela y compañía a que alguien investigue lo que hacen con maneras parecidas al robo de mi trabajo?
¿Titula el editorial: El matonismo y la politización de la Agencia Tributaria? Diría que están muy acojonados estos ilustres y verborrágicos abusadores. Matonismo dice el caradura que lo escribió. El colmo si lo hubiese redactado el angelical Vila.
http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2016/01/respuestaborracho-de-joaquin-vila-y-mi.html
A sabiendas de que en El Imparcial.es la honradez brilla por su ausencia con usos inmorales de explotación que pertenecen a mafias tercermundistas, no sería baladí una inspección tributaria para sacar presuntos trapos sucios de la Fundación Ortega y Gasset-Gregorio Marañón y del propio periódico que preside Anson, dado que los responsables ejercen una absoluta falta de ética conmigo que podría reflejarse también en presuntas cuentas amañadas. Tal y como se comportan, seguro que hay gato encerrado en tan ilustres cínicos y aprovechados.
Quienes son capaces de la guarrada que denuncio para vergüenza de sus vidas personales y profesionales, son proclives a buscarse las perras con usos de latrocinio tan evidentes como es la explotación laboral, el engaño rastrero y demás argucias que solo indigentes morales son capaces de perpetrar sin el menos atisbo de conciencia civilizada.
Dado que hablamos de tramposos que se pelean como perros rabiosos por el hueso económico, así infrinjan toda regla de ética corporativa, y se apresuran a atacar a la Agencia Tributaria que podría olerse mal asunto entre los despachos del periódico, parece ser que no existe mejor defensa que el ataque editorial publicado hoy como si fuera una justificación a priori; por si algún inspector decidiera pasarse por allí e investigar de dónde proviene el cierto tufo de señores que parecen poco dados a la integridad personal con casos como el aberrante mío que relato y denuncio en este blog. Porque me baso en pruebas y califico con exactitud la pobreza moral de los orquestadores de estas indecencias empresariales.
Quizá La Guarrada de El Imparcial.es. Ética según Anson haya llegado a los responsables del Ministerio de Trabajo-por ser una rastrera ejecución de abuso laboral absolutamente repugnante-y de carambola haya despertado las sospechas para llevar a cabo una revisión fiscal. Sería asunto muy justo.
Estoy seguro de que estos señores que van con la cabeza tan alta deben de tener en perspectiva algún resquemor por los modos nauseabundos con que se rigen moralmente para ganar su pasta gansa. Aunque me temo que las codicias son tantas e ilimitadas que siempre se pelearán esperando deglutir vorazmente el mejor pedazo, por muchos beneficios acumulados que haya. No me imagino lo que deben de ser las juntas pugnando todos por repartirse los mejores dividendos, aunque sea a costa de mangar lo que me correspondía por mi labor de dos años. Así se les indigeste a tan orondos carpantas.
El editorial de El Imparcial.es contra Montoro y la Agencia Tributaria puede ser una señal, la evidencia de un periódico y una Fundación en alerta que quizá tengan motivos sobrados para sobresaltarse con una inspección.
Por lo pronto, abusar y explotar contra el trabajo de un colaborador es ya de por sí una presunción de delito que debería investigarse. No sería de extrañar que tirando del hilo, y hasta a modo de karma, salieran más pestilentes actuaciones que darían paso a otras medidas de carácter fiscal.
Lo que está claro es que la honestidad, la ética profesional, la honradez personal han estado ausentes explicándose la guarrada-no elegí a la ligera el vocablo que define este blog- en parte por la vanidad de los que obran pretendiendo ignorar la elemental conciencia, y la avaricia-esa que rompe el saco- beneficiándose repulsivamente y robando el derecho que me asiste a beneficio después de escribir de balde para estos inescrupulosos aprovechados de mi trabajo que además buscaron humillarme cobarde y miserablemente.
Artículo mío al día de hoy plagado de publicidad, como los restantes posicionados en primeros lugares de buscadores como Google, cuyos beneficios se embolsan, con detestable parasitismo e indecente moral que demuestran, los responsables de El Imparcial.es
Una inspección tributaria sería buena medida para explicar cómo ingresan el dinero, lo reparten y a quién se lo quitan. De ahí que se defiendan con un ataque de editorial por si están en el punto de mira de una Agencia Tributaria que cumple su papel. Si no tienen nada que esconder abrirían las puertas sin miramientos, aunque creo que habrá algo que ocultar dado que parecen ignorar la guarrada que conoce todo el mundo y siguen lucrándose con mi trabajo como si no pasara nada.
Pero sí pasa y justo sería que si están enmierdados, ventilen la inmundicia ajustándose al reglamento fiscal ya que el ético y moral no parece existir. Con cuentas ajustadas en lo personal y empresarial.
Aparte de las acostumbradas erratas, no obstante el periódico lo dirige un chapucero Joaquín Vila, reza el editorial:
La privatización y manipulación política de la Administración es propio de un régimen totalitario, un instrumento de tiranía letal y el final de nuestro sistema de democracia à (sic) la Occidental, tal y como lo entendemos.
¡Huy! Pues sí que están acojonados, oye. ¡Adelante, Hacienda!