8 abril, 2016
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Hoy me van a disculpar la frivolidad de estas líneas, pero creo que hace ya tiempo, alguien debía de haber dicho basta. Han sobrepasado lo insultante, lo injurioso y lo ofensivo. Y es que, desde que a algún oportunista se le iluminó la bombilla, Benidorm está siendo tema a tratar por diversidad de informativos y medios de comunicación escritos, por la osadía de unos pocos necios, al impulsar la candidatura de Benidorm al galardón de Patrimonio de la Humanidad.
Al principio tenía su guasa, oigan. Pero ya roza lo tedioso. Leía escasas horas atrás una entrevista al impulsor de la insolente propuesta de hacer de nuestra ciudad Patrimonio de la Humanidad, cosa que, por el momento, se nos queda cuánto menos; a años luz. Pero, retomando el asunto de marras. A cada párrafo que leía, más indignado me encontraba por la falta de respeto en cada coma escrita en aquel texto de poca monta donde, tanto periodista, jactándose con preguntas vanidosas, como entrevistado respondiendo con ruin complicidad, etiquetaban sin pudor alguno a nuestra ciudad, como si se tratase del edén de los turistas y gentes de bajo poder adquisitivo, de los pobres; un Benidorm de fritanga, cogorzas de extranjeros y diversión para la tercera edad. Recuerdo que comparaban la elegancia de Benidorm con la botella de dos litros de Coca-Cola, ya que los exquisitos, los selectos; ya saben, los sibaritas, la toman en copa, con hielos y ésta, a poder ser, light. Que nuestra ciudad, nunca recibió ni recibe a ilustres personajes del momento, que los turistas preferían aclarar que venían de Alicante y no de Benidorm por ahorrarse algún que otro comentario fuera de lugar, que en resumidas cuentas, nuestra ciudad era el infierno en la tierra, pero el paraíso para la clase media de nuestro país.
Y tras terminar de leer la ignorante, torpe y negligente entrevista, debía sentarme a escribir ya que, supongo que a muchos se les habrá olvidado ya, si es que se enteraron. Por eso voy a hacer de aguafiestas, y recordarlo. Porque a pesar del desamparo de la achacada, incapaz e incompetente casta política gobernante con la que llevábamos ya lidiando más de dos décadas, seguimos en pie. Y dejando de lado las propuestas electoralistas de unos -como es el caso- y los intereses personales de otros -como también es el caso-, Benidorm ha sido una ciudad puntera le pese a quien le pese; le duela a quien le duela. Porque Benidorm lo ha tenido todo, y aún seguimos teniéndolo todo o casi todo. Aunque en estos tiempos que corren, el encontrar glamour en nuestra ciudad sea tarea más ardua que antaño, busquen y la encontrarán. Tanto a la hora de comer un buen entrecot a la pimienta en calle Gerona o cuando la noche cae en la capital del turismo y los más jóvenes salen a la calle en el famoso callejón, pregunten por la zona donde podrán disfrutar de los mejores chupitos, y encontrarán calidad. Si prefieren la habitual oferta de sol y playa, somos los punteros, pero si optan por otro estilo turístico como el de montaña, súmense a visitar nuestros parajes naturales. Somos asiduos a recibir en grandes eventos y conciertos musicales a figuras emblemáticas como los Rollings Stones, los Bruce Springsteen, los Julio Iglesias; Bob Dylan, Bryan Adams, The Coors, James Brown, Miguel Bosé, Fito & Fitipaldis, Andrés Calamaro, Juan Magán, Henry Méndez, Raphael o Miguel Ríos, entre otros. O para los más antiguos del lugar, ya saben que nuestra ciudad vio crecer desde bien temprano a la emblemática banda del pop español, como es Mecano, donde allá por los 80´s tocaban sus primeros conciertos en el simbólico StartLight.
Qué también es cierto que, en cuánto a precios, somos asequibles si es que dicho menester se busca, pero a la par, si lo que se exige es calidad y elegancia, también encontramos distinciones en nuestra variedad y diversidad de hoteles. Aunque nos nieguen lo que es nuestro cuatro politicuchos que creen que nuestra ciudad es su cortijo, como siguen demostrando en la eterna negativa de catalogarnos como Municipio Turístico, o bien, en desbloquear y finiquitar de una vez por todas nuestro Centro Cultural, que a día de hoy es un mamotreto abrumador, los benidormenses seguimos luchando por nuestra amada ciudad, los que somos de aquí de verdad, defendemos cada ápice de la misma, no como los que se hacen catalogar como tales y, luego, cuando tienen ocasión de promover y promocionar la ciudad, salenen el Confidencial y venden a Benidorm como la ciudad de los ancianos, como paradigma de la ordinariez y lugar de poco interés para cualquier bienaventurado, y por si fuera poco, por la estupidez de presentar la candidatura de Benidorm a Patrimonio de la Humanidad. Venga ya, váyanse al infierno panda de inescrupulosos.
En Benidorm ya estamos cansados de lo mismo y de los mismos. Toda la malgama de arribistas y oportunistas llegados desde cualquier confín de la nación han pasado por suelo benidormense y han intentado lucrarse del mismo, pero ya basta. Benidorm ha sido y es lo que es gracias a sus valientes ciudadanos, a sus empresarios y emprendedores, al mediano y pequeño comercio, al joven y al jubilado, al trabajador llano y honrado. En definitiva, gracias a sus gentes. Benidorm, simplemente; te da lo que buscas.