Utilización torticera de los hechos históricos
Por Pedro Taracena Gil
Analizando las conmemoraciones en la Escuela y en la sociedad, durante la Dictadura, la Transición y hasta el siglo XXI, podemos constatar hasta qué punto los hechos históricos se falsifican para eludir toda crítica. Ejemplo de ello, cuando se celebró el centenario de la Constitución de Cádiz de 1812, el Presidente de la Cortes, se deshizo en elogios y aduló al Rey de España, cual predicador fanático y fariseo. Cuando la realidad nos dice que la Historia ha sido testigo de que otro Borbón, Fernando VII, fue quien derogó aquella Carta Magna, implantando su tiranía en forma de la monarquía absoluta. Fue una farsa de las muchas que se representan de la patria basada en la vida en la mentira.
Sin embrago ya en democracia, el 2 de Mayo cada año se celebra la fiesta de la Comunidad Autónoma de Madrid. Evocando la resistencia del pueblo a las tropas francesas. Celebrar este evento cuando Goya lo inmortalizó en su obra, es provocar resentimiento hacia el país vecino, sin ninguna aportación positiva. El pueblo de Madrid dispone de otros hechos históricos con proyección universal y con valores que trascienden a través de las épocas. Por ejemplo, la aportación que hizo Madrid como Villa y Corte durante el Siglo de Oro. O bien resaltar el protagonismo universal de la obra de Miguel de Cervantes desde Alcalá de Henares. La Comunidad de Madrid recogería tres efemérides: Alcalá su cuna, Madrid su provincia y Madrid como Capital del Reino.