La ampliación del Congreso de los Diputados. Foto. Pedro Taracena Gil
El Partido Popular, el Partido Socialista Obrero Español y Ciudadanos están jugando con el léxico de las palabras, con la única intención de meter miedo al personal. Los términos que manejan lejos de definir y aclarar conceptos políticos que expliquen su ideología, constituyen auténticos insultos dedicados a sus oponentes. Los términos de izquierdas y derechas definen desde antaño el viejo espectro acuñado por los usos y costumbres de la Revolución Francesa. Nadie ignora el significado del concepto izquierda y derecha en política, aunque esta denominación tan solo define su posición en el hemiciclo de la Asamblea Francesa: Su contenido político asocia a las izquierdas con posturas progresistas y a las derechas con posturas conservadoras. Peros los tres partidos antes mencionados tienen complejos y prejuicios en definirse como de izquierdas o de derechas. Para disimular esta timidez se agregan el prefijo centro. Centro Izquierda o Centro Derecha. Para estas fuerzas políticas acomplejadas, el centro supone su Arcadia particular, país imaginario y feliz. Y últimamente vienen hablando de la centralidad como virtud suprema de la Arcadia política.
Se instala en la mentira el PP cuando niega que su ideología hunde sus raíces en el franquismo, extrema derecha, y se mantiene en este margen muy lejos de la derecha conservadora y de la democracia cristiana europeas. No niego que el PP haya emprendido el caminó hacia el centro pero es su Ítaca particular, que nunca alcanzará.
Otra fuerza política instalada en la mentira es el PSOE. Arrancó de sus principios políticos el término marxista, para no asustar a sus futuros votantes. Había que tomar distancias con el Partido Comunista de España y compartir con el franquismo el odio histórico que se dispensaban. Trató de homologarse con la socialdemocracia europea y no dudo que lo haya conseguido, pero se le ha caído de las siglas la “O” de obrero. Ahora se disputa el centro que se niega compartir con el PP, porque el PSOE es el único partido de izquierdas centrado en el centro de la más absoluta centralidad, virtud descubierta no hace muchos días. Además asume la función de salvador de la izquierda como la única fuerza que promueve el cambio desde el centro. A su izquierda existe la nada. Pero este planteamiento viene preñado de contradicciones, cuando se precipitó al pactar con la derecha acomodada en las butacas de la banca, y en los tresillos de la burguesía de los caciques de Catalunya. No es de estar muy centrado en el centro de la tan predicada centralidad, cuando mantiene la mentira de que Rajoy sigue en la Moncloa porque Podemos no le otorgó al PSOE un cheque en blanco. Cuando quien tenía el encargo de formar gobierno era Pedro Sánchez y nadie más.
El otro partido con vocación a redimir los males de España es Ciudadanos. Su líder es una especie de predicador mesiánico tiende la mano a todos los que están situados en 360º de su centro de gravedad con fuerza centrípeta. Desde el centro practica la sagrada virtud de la centralidad.
Partiendo de la basa de que el centro no existe, porque en el fiel de la balanza nadie puede permanecer sin bascular, las tres fuerzas políticas están ancladas en la vida sumergidos en la mentira y la apuntalan con embustes. Son tres versiones de una misma derecha, que viaja desde la moderación a la situación extrema del franquismo aún vivo. La socialdemocracia europea corriente donde milita el PSOE, tiene de opción de izquierdas el nombre. El PP y el PSOE conviven y mantienen un maridaje muy bien avenido. No pongo en duda que el PSOE hizo en sus primeras legislaturas una política de izquierdas, pero eso está encofrado en la Historia.
Pero ¿y las otras opciones políticas? ¿Dónde están situadas dentro del espectro nacional? Pues para el PP, el PSOE y Ciudadanos, no gozan de la gracia divina de la centralidad y son anatematizados y postergados al ostracismo más absoluto. Pero ¿Cuál ha sido su pecado? Pues muy sencillo han optado por el radicalismo, el extremismo, el comunismo, el chavismo, el castrismo, el bolchevismo y otros muchos epítetos con el sufijo ismo. Y ¿Quién ha hecho este exhaustivo análisis político para llegar a estas conclusiones tan determinantes? Pues han sido los doctos medios de comunicación, privados y públicos, una pléyade de periodistas y tertulianos, auténticos voceros y boceras del reino. Es un complot para evitar que el Movimiento 15-M toque cualquier cota de poder.
No obstante, lo más importante de estas fuerzas políticas que vienen de la calle y que representan a una generación muy bien preparada, pero que han sembrado el pánico a las puertas de Palacio y en los escaños del Parlamento. Y además no niegan que lo que son: Radicales porque buscan la raíz de los problemas. Extremistas porque saben que en la moderación de la UE está la causante de las políticas criminales. Los comunistas que lo son no lo niegan porque renunciando a su programa de máximos, han acordado un programa de coincidencia.
No podemos olvidar que el triduo sacro formado por PP, PSOE y Ciudadanos, además del dogma de la centralidad, darían la vida por otro más esperpéntico todavía, el de la unidad de la patria, en base al viejo lema del dictador: ESPAÑA UNA GRANDE Y LIBRE. Efectivamente, PP, PSOE y Ciudadanos están dispuestos a luchar porque España no se rompa. Otra mentira mantenida a sabiendas de que mienten. España se rompió en dos mitades la tarde noche del 17 de julio de 1936, y a pesar de la Constitución de 1978, la reconciliación entre los habitantes del Estado Español ni llega ni se la espera. Tanto los nacionalistas vascos y catalanes, como los conservadores, republicanos y abertzales, están pidiendo el reconocimiento del derecho de autodeterminación, y a ser reconocidos como nación. Además de ser un sentimiento es un derecho que la Constitución anuló con el nefasto término de la Nación española.
El día después del 26 J los centrados que se hayan situado en centro de la centrada centralidad, tendrán que caerse del fiel de la balanza porque esa situación es insostenible, y el mundo de la centralidad solo está en la campaña electoral.