8 febrero, 2019
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(Extracto de la plataforma del MCRM)
¿Qué medios de acción proponen para que se abra ese período de Libertad Constituyente que desemboque en una República Constitucional?
Sólo dos: la verdad de los hechos a través de la palabra y la abstención activa.
¿Por qué la abstención?
Existe un enorme cúmulo de razones que aconsejan la abstención activa. Se pueden resumir en dos:
- El sistema electoral proporcional impide la representación política de los ciudadanos y la sustituye por la representación de los partidos. Esto significa que la libertad política es hoy un privilegio que sólo disfrutan los partidos.
- La abstención es el único medio pacífico al alcance de los ciudadanos para deslegitimar al Régimen del 78 y provocar su caída.
Razones adicionales:
- El sistema proporcional es fraudulento porque el valor de cada voto cambia en función de a quién se vota y dónde se vota. Donde un voto no tiene valor uno, hay un fraude. Practicamos la abstención activa porque nos negamos a cooperar con un fraude electoral.
- Cada abstención suma uno. Las abstenciones no pueden ser fraccionadas por el sistema proporcional. La abstención es la única opción política actual con la que el valor de cada ser humano es igual a uno.
- El sistema proporcional convierte a los ciudadanos en votantes y les impide ser electores. Votar listas no es elegir: es la perpetuación de la imposibilidad de elegir.
- Nos negamos a votar porque defendemos la libre elección. Guardamos nuestro voto para cuando podamos elegir a nuestro Gobierno y a nuestros diputados en elecciones separadas y directas.
- [Ante el argumento de que ahora se vota a partidos o ideas]: Las acciones no las realizan ni los partidos ni las ideas. Votar partidos o ideas es una ensoñación metafísica. Sólo las personas realizan actos y sólo las personas son responsables de los actos que realizan. Queremos elegir personas para que sean responsables de sus actos.
- El sistema proporcional de listas impide tener un diputado al que dirigirse para pedirle cuentas de su gestión.
- Los diputados de listas no rinden cuentas de sus actos ante los ciudadanos, sino ante el jefe del partido que le ha incluido en una lista. Su lealtad es para el jefe de su partido porque su continuidad como diputado depende del jefe de su partido y no de los ciudadanos.
- Donde la libertad política es el privilegio de unos pocos (los jefes de los partidos), ese régimen político es una oligarquía.
- Todo privilegio es un atentado a la libertad de todos. Todo privilegio es una inmoralidad. Todo privilegio debe ser destruido sin piedad.
- Todo edificio político se sostiene mediante la suma de la legalidad y la legitimidad. La abstención mayoritaria despojará al edificio del 78 de la legitimidad que obtiene de los votos. Sin legitimidad, sólo conservará la legalidad: mantendrá el poder, pero habrá perdido la autoridad; sin autoridad, el poder se desmorona. Será un poder que habrá dejado de ser aunque aún esté. Un edificio político deslegitimado es incapaz de sostenerse porque es una estructura sin cimientos. Podrá tardar días o semanas, pero su caída será inevitable.
- La abstención es un derecho político y tiene exactamente el mismo valor que el derecho al sufragio.
- La abstención es, en la actualidad, la única opción política de quien tiene estima de sí mismo.
- Practico la abstención porque soy responsable de mis actos y asumo las consecuencias que producen.
- La abstención no me descalifica para denunciar el estado de cosas actual. Todo lo contrario, me cualifica para hacerlo porque yo no he cooperado con esta situación.
- Afirmar que la abstención no es útil es el discurso del conformismo.
- La abstención no opera contra ningún posicionamiento ideológico, sino contra las reglas del juego político actuales.
- La abstención no beneficia a ningún partido. Los perjudica a todos porque ataca las reglas de juego que los sostiene.
- La abstención es el único enemigo que tiene el Régimen del 78.