Es bien conocido que Rajoy sigue soñando con gobernar en coalición con el PSOE. A pesar de haber conseguido la investidura de la mano de Ciudadanos, su cabeza y su corazón buscan continuamente a los de la abstención para gobernar junto a ellos. De hecho, ya son siete los decretos ley que el Congreso convalida con el apoyo del PSOE al que se une, para salir en la foto, el partido de Rivera; los tres últimos han sido sobre pobreza energética, clausulas suelo y empleo juvenil. La realidad, pese a quien pese y avergüence a quien avergüence, es que, desde el inicio de la legislatura, la parte necesaria de aprobación parlamentaria le viene al gobierno de la mano del PSOE.
No hay coalición, pero legislan coaligados. Es evidente que el resultado legal de este ‘amor secreto’, son medidas que encajan perfectamente en la política real que haría un cualquier partido socialdemócrata europeo. El PP renuncia una vez más a lo que en teoría sería su programa político, mientras que el PSOE simplemente no exige zapateradas. Los de Rajoy lo venden como iniciativas fruto de su preocupación social, a la par que el PSOE explica que ha tirado del gobierno a posiciones algo progresistas; los dos felices y contentos. Si esto va a seguir funcionando así, lo cual solo depende del resultado del Congreso del PSOE, Rajoy se habrá salido de hecho con la suya: gobernar como el PSOE de González, sin tener que torear con un gobierno con los socialistas.
No entiendo nada. Si la cosa funciona y PP y PSOE se entienden a las mil maravillas, ¿por qué no hacen lo mismo con el desafío secesionista? ¿Alguien me lo explica?