Cuando en el Congreso de los Diputados Pablo Iglesias dijo: «Felipe González tiene el pasado manchado de cal viva», Pedro Sánchez, se rasgó las vestiduras de la hipocresía, y desde entonces a Dios pone por testigo de que nunca formará un gobierno de coalición con UNIDOS PODEMOS.
En el debate mantenido por Pilar Zabala de Podemos y Alfonso Alonso del PP, dejaron constancia de las dos categorías que el Estado ha establecido de las víctimas del terrorismo. Defender a las víctimas de ETA siempre ha sido muy rentable para los franquistas del Partido Popular, y las han utilizado como arma arrojadiza contra quien cuestionara la manera de abordar el conflicto vasco-español. Sin embargo las víctimas del Terrorismo de Estado denominado como los GAL, lejos de ser consideradas como víctimas, han entrado en las páginas de la Historia por la puerta del ostracismo doblemente criminal.
Sin embargo el PP y tampoco el PSOE, están libres de tirar la primera piedra contra quien no respete a las víctimas de la violencia sin más apelativos. Porque ambos sellaron el consenso cómplice y criminal de la impunidad del genocidio. Los dos grandes partidos históricos tienen las manos manchadas de muchas inmundicias. Corrupción sistémica y contumaz. Traición al pueblo (Artículo 135 de Constitución). Los GAL. Recortes impuestos por la UE, cometiendo muchos crímenes legales. Cómplices de los crímenes contra los refugiados y un insistente quebrantamiento de la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS de 1948.