Navidad, navidad, sonrisas y lágrimas

Las navidades son unas fiestas entrañables, familiares y cargadas de emociones, unas de más alegría, sorpresas y risas, sobretodo, para los pequeños de la casa, otras, más melancólicas y tristes, porque nos falta un ser querido; otras, mezclan de todo un poco para preparar un coctel navideño que nos haga sonreír, a pesar de quienes extrañamos y pensemos en disfrutar en los que aquí y ahora, están presentes.

Es bonito regalar, claro que si, ¿a quién no le gusta recibir un regalo, un pequeño detalle que nos diga que se acordaron de nosotros?, pero, no debemos olvidar el verdadero espíritu navideño. Es mucho más importante valorar y regalar la compañía, el amor, el cariño. 

Hay mil y una formas de ahorrar en el presupuesto destinado a la Navidad. Hacer una lista con lo más o menos imprescindible y, usar la cabeza, sin dejarnos llevar por el impulso de las compras. Incluso, las comidas y cenas de navidad son un auténtico despilfarro, porque mucha cantidad de comida termina en la basura y es una pena.

Pero si una vez confeccionada la lista de la compra, nos pasa que no nos llega con el dinero que tenemos ahorrado para comprar lo medianamente indispensable, en estos casos, viene muy bien, como solución de última hora, rápida y sencilla, solicitar online unos minicréditos. Son cantidades mínimas, normalmente el tope prestado no es mayor de 300 ó 500 €, salvo que ya se trate de la segunda o tercera solicitud con la misma empresa de préstamos online; en este caso, el tope máximo puede rozar los 700 o, incluso 1.000 €, depende de cada financiera.

Entonces, no nos agobiemos demasiado. Vamos a comprar lo que vayamos a comprar, sin quedarnos por debajo, ni tiremos demasiado arriba, porque después viene la temida cuesta de enero. El equilibrio es lo más indicado y, como hemos mencionado con anterioridad, si no nos llega, los métodos de financiación son la respuesta a nuestra necesidad de efectivo para concluir con los gastos navideños que, básicamente, se componen de alimentos, regalos, viajes, decoración, cenas de empresa, cotillón de noche vieja, trajes y peluquería, entre otros.

Por lo demás, ojalá todos pasemos unas muy felices fiestas y que las vivamos con auténtico espíritu navideño. Disfrutemos de la familia, de la pareja, de los amigos y centrémonos en compartir momentos, mucho mejor, que un exceso de regalos. Mejor excedernos en amor que en cajitas con lazos rojos.