Me gustan los toros

Me gustan los toros. En realidad me fascinan. En la dehesa. Y para no ser hipócrita, diré que también en el plato. Pero no en el coso. No me...
Me gustan los toros. En realidad me fascinan. En la dehesa. Y para no ser hipócrita, diré que también en el plato. Pero no en el coso. No me gustan los acosos más allá de los tableros de ajedrez y algunos otros juegos de mesa. De nada me sirven los supuestos argumentos de quienes mantienen que todo un sector de la economía se mueve en torno al toro de lidia, quienes defienden la llamada por ellos “Fiesta Nacional” en nombre del arte, quienes para rizar el rizo afirman que sin las corridas desaparecería ese noble y hermosísimo animal…

 

Comienzo dando lo que creo que sí son argumentos por algo básico. Las corridas de toros son crueles. Punto.Son una forma de tortura hacia el animal en nombre de qué sé yo. Pero no quiero centrarme en esto. ¿Qué es eso de que desaparecería el toro de lidia? ¿Acaso han desaparecido los tigres, el águila imperial, el lobo, el lince ibérico? ¿Por qué no crear reservas que pueden ser un elemento turístico -y por tanto con un potencial económico importante- donde este bello animal campe a sus anchas en un ecosistema propio de nuestro entorno? Pienso en las llanuras donde pastan los búfalos, por poner otro ejemplo. Tengo un amigo pintor apasionado de la tauromaquia que me habla de que la lidia está en el arte desde siempre… Vale. También la guerra lo está y eso no me hace la guerra más llevadera.

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