El contenido SEO es el rey del Internet.
Ya no se trata de una inmensa cantidad de páginas web de un mismo sitio que repiten una y otra vez entradas sobre el mismo tema con la idea de usar la misma palabra clave una y otra vez.
Escribir para personas
A pesar de que el buscador es lo que va a determinar la posición que va a tener nuestro sitio en los resultados, lo cierto es que es más complejo. Debemos pensar que estos buscadores tienen un algoritmo que se rige por normas más o menos claras (no se saben con exactitud cuáles son), entre las cuales está la redacción orgánica.
¿Recuerdas que hace unos años podías ver una misma palabra u oración corta repetida una y otra vez? La razón es que en ese entonces era funcional escribir para el buscador, ya que una de sus métricas era justamente tener una alta densidad de palabras clave, pero esto ha cambiado.
De hecho una mala práctica es colocar las keywords repetidas, pero escondidas. De esta forma, no se interrumpe la lectura del visitante al mismo tiempo que se juega con las cartas del algoritmo a favor… ¿no?
Lo cierto es que estos trucos ya no funcionan. Ahora el contenido SEO está escrito para que otras personas lo lean, y no las máquinas. El contenido resuelve una duda puntual, da respuesta a una pregunta, e incentiva a la exploración más profunda sobre el tema.
Establecer la keyword principal
En realidad, esto está íntimamente relacionado con el punto anterior. Tienes que darle una respuesta concreta al usuario, ¿pero cómo haces que ese usuario con esa pregunta llegue a un contenido en particular y no otro? La respuesta es a través de las palabras clave. Determina cuál es la keyword hacia la que vas a orientar el contenido.
La tarea es un poco más difícil de lo que parece porque requiere de un estudio profundo del cliente objetivo, del mercado en el que se está trabajando y para el cual se está escribiendo: ¿Para qué tipo de página está siendo redactado el contenido? ¿Qué clase de usuarios entrará? ¿Cuál es la intención de búsqueda?
Darle un sentido al panorama completo es sumamente complicado. La industria que se encarga de esta labor es la agencia SEO, cuya labor comienza determinando el público objetivo y estableciendo un plan de aproximación. A partir de aquí, se empiezan a redactar los contenidos SEO como parte de una estrategias para posicionar en Google.
Darle estructura al contenido
No hay tantos artículos en Internet que estén bien estructurados. ¿Te fijas en los subtítulos antes de siquiera leer realmente el contenido? Es una práctica a la que nos hemos habituado en este medio tan lleno de información. Esto se traduce en la redacción SEO de la siguiente manera:
Tienes que darle un sentido lógico a tu contenido para que el usuario se oriente, sepa si va a encontrar allí lo que está buscando. Se hace empleando una estructura lógica, de la mano de subtítulos H1, H2, H3, etc. Es muy similar este procedimiento al proceso de redacción habitual, aunque se publiquen con objetivos diferentes.
Evitar el contenido duplicado
Menos es más. Es contraproducente escribir constantemente sobre lo mismo en un solo sitio web. Los usuarios no van a leer contenido muy similar en la gran mayoría de casos, dando por hecho que si pudieran encontrarlo.
Hacer dos o más contenidos similares implica que van a competir entre sí para indexarse en los motores de búsqueda. En este caso, te estarás convirtiendo en tu propio enemigo, en lugar de competir con los otros. Este fenómeno es lo que se llama la canibalización de contenido. Vigila esto de cerca si vas a recurrir al outsourcing marketing digital.