Según últimos estudios estadísticos elaborados en materia de finanzas en España, las familias están empezando a recuperar unos niveles de renta elevados y, con ella, poder adquisitivo.
Esto se debe a muchas mejoras en el ámbito de la economía, que incluyen el aumento de los pilares de cotización o el aumento del Salario Mínimo Interprofesional a 900€. Si bien el aumento del SMI sigue siendo bajo si establecemos comparativas con nuestros vecinos europeos, donde como mínimo se superan los 1.000 euros mensuales, el incremento de casi 200€ se ha hecho notar en núcleos familiares en riesgo de exclusión social, donde cada euro cuenta para los gastos importantes.
Ahora bien, el objetivo de cualquier partido que debiera ser digno de considerarse progresista es continuar con ese aumento. Algunos partidos ya prometen el objetivo de subida a los 1.200 euros antes de que acabe el año. Sin embargo, los actuales partidos con mayor representación ciudadana siguen en período de negociación y es complicado elucubrar nada con respecto al futuro financiero de las familias españolas a corto o medio plazo.
Mientras los representantes parlamentarios se deciden a establecer alianzas que favorezcan los intereses de la clase obrera y de las personas más empobrecidas del país, las familias solo pueden seguir con sus intentos de ahorro o con el uso esporádico de préstamos con ASNEF para afrontar sus deudas.
Muchas personas afirman, por otro lado, que una subida del SMI solo traerá problemas a nivel de productividad empresarial. Dichos empresarios, además, afirman que la obligación de pagar salarios más dignos a sus empleados los obligaría a hacer recortes de personal.
Sin embargo, la clase empresarial acomodada poco tiene en cuenta que una empresa incapaz de pagar un sueldo digno a sus trabajadores no está realizando una buena gestión económica. Otro día podemos reflexionar sobre la evidente falta de ética de la clase empresaria de nuestro país.
Mientras tanto, debemos ser conscientes de que las familias españolas, sobre todo aquellas con niños a su cargo, merecen un salario mensual que los dignifique y los ayude a pagar el alquiler, las facturas y la comida.