La gestión financiera en las pequeñas y medianas empresas puede convertirse en una permanente fuente de dolores de cabeza cuando no en la causa de su desaparición, con algunos errores que se repiten frecuentemente tales como una capitalización insuficiente, una contabilidad deficiente, asumir compromisos financieros a largo plazo demasiado pronto, la mala gestión del circuito cobros-pagos, no comprender sus finanzas y lo que dicen de tu negocio, ó las decisiones estratégicas no basadas en datos.
Son algunos de los “8 errores financieros que borrarán del mapa tu pyme” extraídos de un artículo de José María Caser en la web Sherpa Financiero. A ellos se sumarían una mala distribución de los recursos, y la falta de conocimiento de las instrumentos contables y financieros a su alcance.
Todos estos errores habituales, indica Caser son además causa de “multitud de errores y de malas prácticas que pueden terminar hundiendo tu proyecto”.
Resumen de errores más comunes
El artículo citado constituye un buen resumen de los errores financieros comunes en los máximos responsables de las empresas pequeñas, de lo que no hay que hacer a la hora de enfrentarse con la financiación de una compañía.
Capitalización insuficiente: El proyecto nace ya “cojo”. El autor recomienda esperar un poco para dotar de suficientes recursos propios a un proyecto, “porque si hasta ahí era difícil, no te quiero decir cómo se va a poner a partir de ese momento”. Recomienda por ello disponer de un “colchón financiero adecuado para esas primeras fases del negocio que te permite ser independiente y no depender de terceros”.
Sin capitalización insuficiente el proyecto nace “cojo”
Contabilidad deficiente: La contabilidad actualizada “tiene que reflejar la realidad de la empresa porque te va a servir para saber en qué te estás gastando el dinero, hacía dónde va el negocio y te informará de posibles desequilibrios por anticipado”. Los informes financieros serán la base de la toma de decisiones. Caser considera que es uno de los errores financieros más habituales, y “madre de muchos de los males que terminarán asolando a la empresa”.
Asumir compromisos financieros a largo plazo demasiado pronto: “Si antes de empezar ya te has endeudado a largo plazo puede ser muy problemático. No has validado tu idea de negocio hasta que tus clientes no empiezan a pagar. Y con deudas a la espalda es más difícil ajustar el rumbo puesto que, sobre todo, los bancos lo que quieren es que les pagues y nada más. El 90% de los negocios y empresas con los que trabajo no necesitan tanta financiación. Lo que necesitan es vender, y cobrar, más”, señala este asesor.
Mala distribución de los recursos: un error también habitual, especialmente cuando “la financiación es ajena porque, sin ser consciente de ello, lo controlas menos. Si fuera tu dinero lo mirarías más, intentando estirarlo al máximo, por lo tanto, puedes empezar a invertir en cosas que, inicialmente, no eran necesarias o asumir costes superfluos (despacho, secretarias, empleados, …), indica José María Caser.
Para sobrevivir es necesaria la liquidez logrando establecer un equilibrio entre los cobros y los pagos
Mala gestión del circuito cobros-pagos: Caser considera que la única forma que tiene tu negocio de sobrevivir es generando liquidez logrando establecer un equilibrio entre los cobros y los pagos. “Cobras antes de pagar = Bien ¡Pagas antes de cobrar = Mal! Así que tienes que dominar este punto si quieres darle continuidad a tu negocio y hacerlo sostenible. De los 8 errores financieros más habituales, éste es el más letal. No necesita aliarse con ningún otro error. Por si mismo da al traste con cualquier proyecto”, concluye el autor.
No comprender sus finanzas y lo que dicen de tu negocio: el error se debe, señala Caser, a que “no comprendes lo que tus finanzas dicen. O no sabes interpretarlo. Te muestran señales amarillas y rojas, pero no las detectas y, por lo tanto, no actúas con la suficiente antelación lo que te puede poner en graves aprietos. Deja de ser un obligado financiero y domina la interpretación de tus cuentas. Te ahorraras más de un disgusto y mucho tiempo y dinero”. “Tienes que entenderlas y tienes que ser el que marque su dirección. Sobre todo, porque de ellas depende que se cumplan los objetivos estratégicos que has marcado en tu empresa” añade.
No conocer los instrumentos contables y financieros. Aunque sean otros quienes se ocupen día a día de la contabilidad y sus técnicas, el responsable de la empresa tiene que entenderlas y el que marque su dirección haciendo que se cumplan los objetivos estratégicos que ha marcado en la empresa.
Decisiones estratégicas no basadas en datos: ¿En qué estás basando tus decisiones?, se pregunta ¿Dependiendo de por dónde sopla el aire tomas tus decisiones? ¡Me vas a decir que no. Y lo haces todo ofendido! ¡Tranquilo! Te creo, Pero no sabes las veces que veo toma de decisiones que no se sabe de dónde salen ni sobre que se sustentan.
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