Conversación tranquila con Itxu Díaz (@itxudiaz), periodista y escritor, acaba de publicar «El siglo no ha empezado aún», su octavo libro.
Yo: Itxu, ¿Le ves humor al proces?
Itxu Díaz: Parecería un gran chiste, la broma perfecta, si no fuera real.
Yo: ¿Yo tengo dudas si detrás de los líderes del ‘procés’ hay locura, infantilismo u ideología?
Itxu Díaz: Ideología, muy pobre y escueta, infantilismo quizá, pero sin inocencia, y la locura es algo muy digno en la que a menudo se esconden los malhechores para justificar su delito. Lo que hay detrás, si me permites, es un gran tinglado.
Yo: ¿Qué tinglado?
Itxu Díaz: Pues una construcción artificial y quimérica sobre un único supuesto palpable, que es el negocio secesionista como forma de vida, o de ganarse la vida.
Yo: Pero hay una base real en parte de la población, basta ver la manifestación de este último sábado.
Itxu Díaz: Sin duda, pero esa parte de la población de legítima inspiración nacionalista no es la que diseña y pone en marcha el proceso delirante y a ratos absurdo que estamos viendo. El proceso tiene nombre y apellidos, quienes se han pasado por sus parlamentarias partes la legalidad, y también la lealtad.
Yo: ¿Y qué pasa con esa población legítimamente, como dices tu, nacionalista? ¿Qué se hace con ella?
Itxu Díaz: No se hace nada. Desde niño recuerdo nacionalistas en mi Galicia natal. A veces suben y a veces bajan en las elecciones, a veces tienen más poder en el parlamento, a veces menos. Eso es la normalidad en una democracia. No debemos olvidar el poder «legitimador» que tienen sobre la población quienes tienen responsabilidades de gobierno.
Yo: ¿A qué te refieres?, explícate por favor.
Itxu Díaz: Me explico. Obviamente todos debemos cumplir las leyes, pero quienes además se encargan de gobernar tiene un gran poder de legitimación, tienen mayor responsabilidad; a muchos catalanes se les ha convencido de que saltarse la ley está bien si es por una buena causa. Y esto, aparte, es una causa malísima.
Yo: Hay convocadas una elecciones y puede volver a ganar el separatismo, ¿otro 155? Y así, ¿hasta cuando?
Itxu Díaz: Yo confío en que, después de este espectáculo y comportamiento suicida, el separatismo pierda las elecciones y las gane el sentido común. Si aún así las gana, deberán cumplir las reglas del juego. Fuera de la ley, no hay democracia. Hay selva, primero, y totalitarismo después. Está en los libros de Historia. Y España, por el abrumador acuerdo del 78 y por el voto a partidos constitucionalistas en las sucesivas elecciones, quiere democracia y libertad, no iluminados prometiendo quimeras totalitarias.
Yo: Confiemos… ¿Quién tiene más gracia para un ‘humorista’ como tu: Puigdemont, Kim Jong-un o Maduro?
Itxu Díaz: Cada uno tiene su punto. Puigdemont es, por momentos, achuchable. Kim Jong-Un es, por momentos, bombardeable. Maduro es, casi siempre, alfabetizable.
Yo: ¿Me he dejado alguno de esta guisa?
Itxu Díaz: Todos los gobernantes son buenos objetivos para el humorista. Es sano reírse del poder, siempre que uno empiece por reírse de su propio poder.
Yo: Reírse de uno mismo como legitimación para reírse de los demás…
Itxu Díaz: No, no, en absoluto se trata de legitimarse. Es solo un hábito saludable. La gente que se toma demasiado en serio a sí misma resulta cargante. En este mundo de la comunicación, de las artes, del periodismo, hay que huir de la intensidad. La audiencia no merece el azote de más intensos de los que ya hay.
Yo: ¿Qué te inspira el Pablo Iglesias de Podemos?
Itxu Díaz: Nada.
Yo: ¿Es el futuro?
Itxu Díaz: Es el pasado. Aquello que un día se dijo del Zapatero más tardío: tiene todo el pasado por delante.
Yo: ¿Qué tiene Rajoy que le hace casi permanente?
Itxu Díaz: Una mezcla de exasperante paciencia y aplastante sentido común. Quizá hayamos tardado demasiado en saber que, después de la Constitución y la Corona, Rajoy es el mejor antídoto contra la revolución.
Yo: ¿Hay Rajoy para rato?
Itxu Díaz: Eso solo lo sabe Rajoy. Y muy probablemente, solo una parte remota de Rajoy, un compartimento secreto inaccesible a los demás humanos.
Yo: Rajoy, Sánchez, Rivera e Iglesias… ¿Buen banquillo? Me destacarías algo de cada uno…
Itxu Díaz: Es lo que tenemos, «para bien y para mal», que cantaba el gran Antonio Vega. De Rajoy, la serenidad. De Sánchez, la capacidad de transformarse. De Rivera, la frescura. De Iglesias, la oratoria.
Yo: Tu último libro «El siglo no ha empezado aún» tiene multitud de anécdotas. Me cuentas alguna para ilustrar y poner el colofón a esta conversación…
Itxu Díaz: Por alguna razón que desconozco, a mis lectores les divierten mis crónicas de visitas al médico. Yo, hipocondríaco oficial, me las tomo fatal pero luego las cuento tal y como las he vivido y la carcajada es general. En «El siglo…» están las crónicas de todas mis últimas visitas al doctor y ahora que las he hecho públicas, temo cruzarme la mirada con mi médico de cabecera. En general, me da pánico encontrarme con mis lectores si tienen cierto poder sobre mí (esto incluye dentistas, cocineros e inspectores de Hacienda). Pero es un pánico agradable. No sabría explicarlo pero las 450 páginas que acabo de mandar a las librerías aclaran bastante mejor que yo esta cuestión.
Yo: Gracias Itxu, no se si me he dejado un personaje interesante para ti, Trump, pero así me queda tema para la próxima conversación contigo. Un abrazo y a por el noveno libro ¡ya!
Itxu Díaz: Muy grata charla. Gracias por todo y mucha suerte. Un abrazo!