LO DEL TORTURADOR BILLY EL NIÑO ES UNA «GILIPOLLEZ»

El gobierno informa que no puede quitarle la medalla al torturador Billy el Niño

17/01/2019

EH Bildu ha preguntado al Ejecutivo por la quita de la medalla al torturador Billy el Niño en julio del año pasado, tras anunciar el gobierno en junio su compromiso. Ahora, siete meses después, la postura gubernamental es exactamente la misma que defendió el anterior ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, en el Pleno del Congreso. El gobierno admitió ayer en la respuesta a EH Bildu que «actualmente no se ha retirado este tipo de condecoraciones a ninguna persona; y de acuerdo con la normativa reguladora de la materia, no está regulada la posibilidad de retirada de las mismas».

COHERENTE NATURAL Y LÓGICO

Por Pedro Taracena Gil

¡Basta ya de hipocresías!

¿Qué se puede esperar del Régimen del 78?

El Régimen del 78 está basado en la mentira, en la corrupción y en una monarquía ilegítima:

Los políticos engañaron al pueblo capitaneados por el Borbón que, a su vez, fue creado, por un criminal hacedor de reyes. Caudillo de España que lo fue por la Gracia de Dios.

Esta caterva de indeseables caciques españoles, dejaron impune el Genocidio Franquista. Manipulando a su antojo los conceptos de: legitimidad, legalidad y justicia.

¿Quién duda de que el propio Régimen del 78 haya sido y es, quien está llevando a todos los ciudadanos que vivimos en España a un enfrentamiento civil sin precedentes?

¿Qué legitimidad tiene el Estado para procesar y encarcelar a los secesionistas, cuando ha dejado impune el genocidio franquista?

He aquí la clave de la mentira y de la farsa:

«actualmente no se ha retirado este tipo de condecoraciones a ninguna persona; y de acuerdo con la normativa reguladora de la materia, no está regulada la posibilidad de retirada de las mismas».

Es decir, ¿qué hacer, si la dictadura con sus personajes, pompas y obras se “transmutó” en una democracia en forma de monarquía parlamentaria?

Los mismos criminales que llevaron a cabo el genocidio desde 1936 a 1975, fueron amnistiados y emprendieron el camino de la Constitución de 1978, con la complicidad de los demócratas ansiosos de poder. La Dictadura encontró su legitimidad en un Generalísimo invicto de la Guerra Civil que él mismo provocó, de 1936-1939. En 1975, la Jefatura del Estado encontró su legitimidad en consumar el testamento de un dictador genocida. Y en 1978 el disparate se consagró en la Constitución Española, como resultado de un engaño, cual obra de Nicolás Maquiavelo. Patraña llevada a cabo por Juan Carlos I y su entonces presidente del Gobierno, Adolfo Suárez. Esta democracia está carente de legitimidad, de legalidad y de justicia.

Es cierto que esta versión es la versión apócrifa, porque la versión buena es la que los criminales que ganaron la guerra y gobiernan España, como un botín de guerra hasta hoy, nos vienen contado en la Escuela. Y que han pregonado los voceros del Reino. Pero nuestros hijos y mucho menos nuestros nietos, esta mentira apuntalada con embustes, ya nadie se la cree.