¿Cuándo fue que el Señor Presidente Andrés Manuel López Obrador perdió la sensibilidad social?, es difícil precisarlo, solía y suele ser un gran actor que representa el rol que mas le conviene para persuadir a quien le interesa, un político standard, para decirlo en términos llanos.
Pero que el día de hoy, nueve de marzo de 2020 haya salido en su chunga mañanera con que lo que mas le importó fue la cobertura que le dieron las televisoras a las marchas de protesta que realizaron ayer las Mujeres Mexicanas, nos da una idea de su empequeñecimiento político y humano.
No fue si ellas tenían razón, no si lo que reclamaban ellas era justo, no si las reventadoras fueron enviados del gobierno de la CDMX, ni cuántas fueron, nada de eso tuvo importancia para el Señor Presidente.
Lo que le dolió fue que se difundiera, que se supiera que esta protesta reunió más mujeres, que acudieron libre y espontáneamente, sin acarreos, que a cualquiera de las marchas que él acostumbraba hacer, y es por eso que detesta tanto a las Redes Sociales, le dieron una difusión Mundial increíble, al segundo en toda la República, en cambio a sus actitos oficiales, nadie “los peló”.
Y luego salir con esa provocación de que las prefiere “abnegadas”, ¡bueno!, eso ya se sabe, se le nota, solo le faltó agregar que como a las escopetas “cargadas y en el rincón”:
Hoy perdió una oportunidad irrepetible para reconciliarse con el Pueblo Mexicano.
Para el Señor Presidente Andrés Manuel López Obrador las Redes Sociales deberían ser una recua de tontos útiles dedicadas a repetir y alabar sin cesar sus rollos patrioteros.
La Marcha multitudinaria de ayer y el inmenso Paro de hoy tiene toda la razón y justificación del Mundo: las Mujeres Mexicanas están protestando en contra de la violencia criminal que las está matando a ellas y a las niñas.
Pero implícitamente están protestando en contra de la autoridad gubernamental que con su negligencia e ineptitud permite que eso suceda. “Y eso ya calienta”; que nadie se atreva a incomodar al gran Tlatoani que mora en las “humildades” del Palacio Nacional que ahora ya se mira rozagante, bien dormido, y todo lo demás: le llegó la abundancia.
Grabar sus cursis spots turísticos para menospreciar los temas importantes para las Mexicanas, antes que desempeñar dignamente su cargo, es una provocación artera.
Francamente es indignante.
Y si a eso le sumamos la crisis económica que tenemos encima, además es angustiante. El castillo de naipes que formó a punta de saliva mañanera se le esta cayendo.
Incontables veces le pedimos que hiciera cambios, con gente capaz y honesta, Mexicanos y Mexicanas así, los hay, prefirió a sus cuatitos incondicionales. Solo se salvan unos pocos.
Ha sido cínico y burlesco con las quejas de los Mexicanos, para todo tiene excusas y otros datos, parapetado detrás de la Investidura Presidencial se siente omnipotente y se mofa de todo lo que no le parece, como lo hacía Peña Nieto.
Con sus mentiras, calumnias, contradicciones y bizantinismos ha barrido y trapeado con la Investidura Presidencial, el colmo fue lo de su ridícula rifita. Perdió credibilidad, confianza, respeto, interés… y eso cuesta mucho a los Mexicanos.
La inversión no quiere tratos con nadie así.
Agréguenle a lo anterior su amasiato con los gobernadores del PRI, y el triste panorama es para no dormir. Quiere apoderarse de la Cámara de Diputados en 2021 para hacer lo que le venga en gana.
Detrás de la caída de los precios del petróleo viene la devaluación, escasez, recortes, aumentos de impuestos y otros nuevos, cancelación de proyectos y la sanguinaria cara de la represión que ya se usa aunque se niegue.
¿Qué le esta ocurriendo al Señor Presidente Andrés Manuel López Obrador?, a duras penas está completando un año y ya luce derrotado moral y físicamente.
Haga cambios, Señor Presidente, haga cambios.
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