Las consecuencias de la crisis en el sector de la construccion

Como es conocido el sector de la construcción en España vivió una etapa de oro a finales del siglo XX y principios del siglo XXI, que terminó en el año 2007 con la reconocida crisis de la economía española.

En el año 2007, la economía española sufrió un fuerte declive que supuso un parón total en gran parte de los sectores, especialmente de la construcción, ya que se pararon casi completamente la construcción y reforma de casas y edificios.

La recuperación de la crisis de la construcción

La crisis en el sector de la construcción duró muchos años. Muchos economistas y empresarios aún consideran que no hemos salido de ella, aunque muchos otros ya hablan de la interesante recuperación que hemos vivido.

Esto se ha visto bastante reflejado en el sector de la construcción, ya que muchas empresas y autónomos vuelven a trabajar a pleno rendimiento.
No obstante, la crisis de la construcción ha dejado con su paso sus consecuencias, que han cambiado mucho el clima y tipo de trabajo.

Las consecuencias de la crisis de la construcción

Aunque ya se puede hablar de una recuperación parcial de la crisis, ésta ha dejado importantes consecuencias, cambiando las inversiones y trabajos más habituales.

Los inversores

La primera consecuencia importante ha sido en el papel de los inversores, el cual ha cambiado mucho ya que deben adaptarse a las necesidades de los usuarios, y la demanda de los usuarios ha cambiado. 
Debido a la falta de préstamos bancarios los usuarios ya no compran y el alquiler está en máximos históricos.
Por eso, los inversores prácticamente no construyen grandes bloques de pisos y casas para venderlos, y aprovechan las oportunidades de compra de pisos o casas ya presentes para reformarlos y ponerlos en alquiler.

Los usuarios

Otra de las consecuencias de la crisis hace referencia a los usuarios. Actualmente debido a la falta de créditos hipotecarios es mucho más habitual que los usuarios españoles busquen opciones de viviendas en alquiler, hecho que no provoca la necesidad de construcción de viviendas nuevas.
Además, pocos son los usuarios que viven en pisos o casas de propiedad que se decidan a cambiar de hogar. Lo más habitual si necesitan cambios es que realicen las reformas necesarias en su misma vivienda.
Además, aunque estemos en una recuperación de una crisis, el recuerdo de la crisis hace que los usuarios aún no hayan perdido ese miedo a la crisis, hecho que implica una menor movilidad del dinero.

Empresas constructoras y autónomos de la construcción

Las empresas constructoras y los autónomos del sector ven reflejado estas consecuencias en el cambio del tipo de trabajo.
Estos sufren la consecuencia del cambio en los inversores, ya que antes de la crisis los inversores les solicitaban la construcción de casas y edificios de nueva construcción; y ahora les piden mayoritariamente trabajos de reforma de casas y pisos para su posterior alquiler.   

Esta disminución en las obras grandes y en construcciones de obra nueva ha provocado que estas empresas o usuarios autónomos deban adaptarse y realizar actualmente los trabajos que realizaban antiguamente los denominados reformistas.

Trabajadores para empresas de construcción

Otro problema muy habitual que ha sido consecuencia de la crisis es que muchas de las empresas del sector tienen el problema que no encuentran operarios con experiencia, ya que durante la crisis muchos operarios han cambiado de sector, además de que no se han formado trabajadores del sector por la falta de trabajo durante los años de la crisis.

Esto implica que ahora resulta complicado encontrar usuarios del sector con el fin de satisfacer la creciente demanda de trabajo.

Esto está totalmente comprobado ya que muchos son los clientes de nuestra tienda que nos preguntan a diario por autónomos del sector con experiencia para ayudarles en sus obras, ya que no encuentran usuarios con experiencia y por la alta demanda de trabajo no pueden formar trabajadores jóvenes.

Las ferreterías y tiendas del sector

Las ferreterías y tiendas del sector de la construcción también ven las consecuencias de la crisis ya que el cambio en el tipo de trabajo implica un cambio en el catálogo a ofrecer, cambiando las necesidades en el tipo de máquinas y herramientas de construcción.
La venta que antes era una hormigonera lo más grande posible para realizar la mayor cantidad posible de mortero actualmente es una hormigonera pequeña y manejable para poder transportarla fácilmente de reforma en reforma.

Además también ven reflejada la consecuencia de la crisis en los clientes, ya que el paso de la crisis ha cambiado la mentalidad y forma de pensar, limitando habitualmente la inversión para asumir el mínimo riesgo posible.

¿Volverá el clima previo a la crisis?

Esta es una pregunta muy habitual entre economistas y usuarios, la cual solo el tiempo nos podrá responder.

Mientras tanto, lo único que nos queda a todos los usuarios y empresas es adaptarnos, ya que adaptarse es vital para mantenerse en la economía.

¿Que nos deparará el futuro en la construcción? ¿Qué necesidades habrá? Esto ya es tarea de los inversores descifrarlo y el futuro nos dará la respuesta…