Javier F. Ferrero

Gafas de pasta, camiseta, vaqueros ajustados y un corte de pelo con estilo. Martin Sellner podría pasar por un “hipster” de 29 años en cualquier local de moda de una ciudad europea, pero es el líder de un grupo político, Generación Identitaria (GI), que ha acaparado gran atención en Austria y sobre el que aboga por el racismo y la violencia.

Sellner no es solo el líder de GI en Austria, también es el representante de un movimiento “identitario” en toda Europa que se opone ferozmente a los inmigrantes musulmanes, afirmando que amenazan la identidad europea y que buscan reemplazar a las poblaciones autóctonas.

Aunque este movimiento de extrema derecha es cuantitativamente muy reducido, logra, desde hace algunos años y a traves de sus acciones, introducir su discurso en el debate público y convencer así a una parte de la juventud. Los identitarios europeos gustan de usar el calificativo confuso de “etnopluralistas”, que básicamente quiere decir que las otras culturas y religiones están bien, mientras se queden en sus países de origen. Sus problemas son suyos.

“Desde 2012, hemos evolucionado en la manera en que promovemos nuestras ideas, pero la base de nuestras ideas no ha cambiado”, confirma Edwin Hintsteiner, el cofundador de la rama austriaca de Génération Identitaire y amigo personal de Martin Sellner.

Malas compañías

Como buen moderno, es común verlo con la pantalla pegada al móvil, muy atento a las redes sociales. En los vídeos que sube a Youtube,se le puede ver frecuentemente acompañado por su prometida, Brittany Pettibone, una vlogger problanca estadounidense.

Sus publicaciones sobre el llamado “genocidio blanco”, una absurda teoría que habla de un proceso demográfico planificado que busca reducir o eliminar a la población blanca del mundo o la teoría de la existencia de un grupo de pedófilos conectado con Hillary Clinton, llevaron a la Liga Anti-Difamación de Reino Unido a colocarla en su lista negra.

A raíz de las polémicas generadas por estas publicaciones, se prohibió a Sellner y a Pettibone entrar en territorio británico. El ministerio del Interior dijo que cuando “el propósito de la visita de alguien a este país es difundir odio, el ministerio puede detenerlos y lo hará“.

A la derecha de la derecha

Generación Identidad, con Sellner siempre a la cabeza, realizan acciones para darse publicidad y captar adeptos a su causa. Estas son algunas de las más destacadas:

• En abril de 2016, cientos de personas estaban sentadas en el teatro de la Universidad de Viena para ver The Suppliants, una obra interpretada por solicitantes de asilo de Siria, Irak y Afganistán, cuando miembros de GI invadieron el escenario y se apresuraron a desplegar una pancarta quellamaba hipócritas a los miembros de la audiencia y arrojaba sangre falsa sobre los presentes.
• GI recaudó más de 198.000 dolares a través del crowdfunding en 2017 para fletar un barco en el Mediterráneo que atacase a las embarcaciones de las organizaciones no gubernamentales que patrullan el mar para rescatar a los migrantes en peligro. El partido de ultraderecha dijo que arrestaría a los inmigrantes ilegales y hundiría sus barcos. Por lógica, el barco de GI fue confiscado y el capitán arrestado, acusado de tener refugiados ilegales de Sri Lanka a bordo y documentos falsos.
• Como no lograron la publicidad que querían al no poder realizar la acción xenófoba (y criminal) con su barco, GI se gastó 60.000 dolares en un helicóptero para llegar a los Alpes franceses. Rodeado por 100 activistas de extrema derecha de toda Europa, colocó un enorme cartel en el que se decía a los inmigrantes que se fueran a casa.