Conversación tranquila con María Jamardo (@MariaJamardoC). Analista político en Ok diario.
Yo: María, en la entrevista anterior me decías que La sociedad española es fuerte pero está enferma, ¿la catalana esta peor?
María Jamardo: La sociedad catalana está dopada y dividida. Durante años se han encargado de sedarla a base de ideas perversas y fanáticas (cortesía de TV3 y el adoctrinamiento educativo) para anular cualquier posibilidad de pensamiento propio, libre y crítico.
Yo: ¿Y la despertará el 155?
María Jamardo: El gran problema de Cataluña ha sido el uso de la educación como pantalla para la propaganda independentista. El 155 es una herramienta extraordinaria, temporal y prevista para restablecer el orden constitucional que se ha roto por parte de unos políticos chiflados. Pero o se toman medidas de base y estructurales para resolver el problema de fondo o la independencia será cuestión de tiempo… por desgracia.
Yo: ¿Qué se debería hacer en el ámbito educativo?
María Jamardo: Desparasitar. Simple y llanamente. La educación no debería ser una competencia al servicio de ninguna ideología política.
Yo: ¿Cómo se hace esto?
María Jamardo: Sin duda con estabilidad y permanencia. La educación no puede ser un arma arrojadiza en términos electorales. No puede cambiarse de proyecto cada vez que se conforma un nuevo Gobierno. No puede delegarse la legislación educativa a quienes desconocen la realidad práctica. Ni mucho menos entender como norma básica inamovible que la libertad de los padres para elegir el modelo educativo que quieren para sus hijos puede ser usurpada.
Yo: Me hablas de la educación en España, que es para llorar, pero la catalana además es, como bien has dicho, para adoctrinar. ¿Cómo intervienes esto?
María Jamardo: No son realidades independientes. Aunque la catalana sea la expresión extrema de las consecuencias nefastas del control de la educación por parte del Estado y de éste delatando en las autonomías. Hay que recuperar competencias como primera medida y a medio plazo soltar el lastre de la fábrica de parados que son actualmente las Universidades y de súbditos de los público en que los políticos han convertido el sistema educativo en España.
Yo: Vamos con el otro gran inductor independentista, TV3. ¿Qué hacemos con ella?
María Jamardo: Cerrarla. Como todas y cada una de las TV públicas.
Yo: Me apunto. Si no hay periódicos públicos para que esas teles. ¿Ves a Rajoy cerrándola?
María Jamardo: Lo dudo. Ni un solo político hará nada que pueda restarle caladero de votos. El cierre de medios de comunicación públicos sería una medida muy impopular. Y eso no gusta a candidatos ni a partidos políticos.
Yo: Ahí le has dado. ¿Entonces qué resolverá el 155?
María Jamardo: El 155 es la respuesta lógica a todo lo que está sucediendo. Pero no es una fórmula milagrosa. Debió haberse aplicado antes, sí. Lo inexplicable es que sorprenda tanto su uso y que hasta a quienes deben utilizarlo les dé tanto miedo. Creo que no se han enterado en qué consiste un Estado democrático de derecho ni cuál es el lugar de la ley y su cumplimiento obligatorio en el mismo.
Yo: ¿Piensas que lo acabarán aplicando? Tengo la sensación de que buscan cualquier excusa para no hacerlo…
María Jamardo: El gobierno del PP se apoya en un ejecutivo excesivamente técnico. Hacer contorsionismo político para encajar la aplicación de la ley y “venderla” adecuadamente se está convirtiendo en un despropósito mayúsculo. Una cosa es ser rigurosos en los plazos e interpretaciones y otra muy diferente hacer el ridículo.
Yo: En nuestra otra conversación me hablabas de «potenciar al individuo», en esta en el fondo me estas diciendo lo mismo. ¿Podremos conseguir que no nos traten como borregos?
María Jamardo: Lo “colectivo” es perverso y pornográfico. Lo estamos viendo con el nacionalismo, sin ir más lejos. No queda que dar la batalla y reivindicar la individualidad. Es la única opción para garantizar la democracia de hombres libres frente a la tiranía de la mayoría, por muy mayoría que esta sea.
Yo: Dar la batalla… Pienso que tenemos en contra a casi todos lo políticos, al menos en España. Me apunto a seguir dándola pero, ¿hay opción de ganarla?
María Jamardo: Lo único seguro es que si no peleamos lo justo, lo correcto, la verdad y la ley habremos perdido. Personalmente me niego a no ser fiel a mí misma. A lo que explico a mis hijos (que espero que sean hombres fuertes y valientes) cada día y a ser coherente con ello. Se lo debo. No se puede pasar por la vida de puntillas…
Yo: Gracias María, seguiremos y no de puntillas…