La siguiente ficha…

El plan era sincronizar acciones aparentemente inconexas: debilitar a Donald J. Trump con el impeachment, provocar inestabilidad social en los Estados Latinoamericanos clave: Chile y Brazil, atizar las caravanas migrantes a través de México; una estrategia regional meticulosamente planeada y ejecutada, con gran ambición.

Detrás de todo: la mente y dinero del perverso húngaro George Soros, en alianza con los clanes demócratas y republicanos traidores al GOP que ya fueron derrotados por Trump.

Los clanes falsamente republicanos de los Clinton y los Bush, moviendo sus piezas en el Senado Norteamericano para rematar la intriga originada en la Cámara de Representantes, Pelossi repartiendo plumas doradas y tratando de inflar todo lo que pudiera para hacer creíble la trampa de Ucrania.

Las comunicaciones secretas y el dinero fluían abundantemente por los canales más discretos, las expectativas de Argentina los estimulaban en grande. Confiaban además en los apoyos decididos de Rusia y China.

Pero no jugaban solos como creyeron ingenuamente, recibieron respuestas contundentes en la forma magistral que menos esperaban.

Los dejaron crecer, engolosinarse,  y se tragaron el anzuelo con sedal, carrete y toda la caña; ni los cubanos, venezolanos e iraníes lo vieron llegar.

Sin que se lo esperaran, el Heroico Pueblo Boliviano echó al dictador Evo Morales con el apoyo de sus Heroicos Ejército y Policía, el depuesto fue rápidamente asilado como «héroe» en México; pero luego tuvo que salir en fuga hacia Cuba, con la presencia del Procurador Barr a cargo de las relaciones con el gobierno Mexicano, y unos gruesos expedientes en su portafolios.

Luego, la eliminación quirúrgica del «cerebro de la estrategia militar» el iraní Soleimani. La expulsión de los falsos médicos cubanos de Brasil y Bolivia y la interrupción forzada de las «caravanas de migrantes».

«La paciencia se acabó»; el tiempo de Maduro, también.

Guaidó recibe adhesiones en todo el Mundo mientras Maduro hunde a Venezuela cada día más en la miseria y la desesperación.

La siguiente ficha del dominó geopolítico va a caer: Alea jacta est…

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