8 abril, 2018
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REFLEXIÓN: LA ESPAÑA DE LAS TRES EFES: FRANQUISTA FALANGISTA Y FASCISTA
Por Pedro Taracena Gil
La reflexión que sosiega mi espíritu es que “alguien” tenga un momento de cordura y provoque un giro copernicano en esta España que corre veloz hacia el precipicio de la nada. En este país se cuestiona todo porque todo ha sido una farsa. “Este país” que ni me atrevo a llamar España porque hasta eso se cuestiona, se cimenta sobre mentiras apuntaladas de embustes:
NUEVE PROBLEMAS Y UNA SOLUCIÓN
- La Unidad de España en el testamento impuesto por Franco: ESPAÑA UNA GRANDE Y LIBRE. Es una mentira.
- El origen del Rey es legal pero no es legítimo. Como yo hay muchos que preferimos la República. Un Referéndum daría legitimidad a esta anacrónica situación.
- La nación es un sentimiento de pertenencia no una imposición legal. Yo me siento sentimentalmente catalán y tengo una hija catalana de nacimiento. ¿Por qué debemos ser únicamente españoles por imposición de la Constitución?
- Un Estado, una Nación, un Himno, una Bandera, una Lengua, todos estos conceptos y símbolos como exclusivos y excluyentes, son la gran mentira.
- El Estado es plurinacional con sus múltiples banderas. Hay tres banderas nacionales: la republicana, la franquista y la monárquica. Cada cual exhibe la que más desea. No todo lo legal es legítimo.
- Hay Naciones dentro del Estado con clara vocación secesionista. Las Comunidades Autónomas desean elevar su nivel de independencia y es legítimo ejercer el derecho a decidir democráticamente.
- El conflicto catalán ha puesto a prueba al Estado y el Estado ha respondido con una demostración de fuerza. El problema se ha agravado hasta límites insospechados: División. Odio. Violencia. Resquemor. Revancha.
- España está ahora más lejos de la reconciliación que desde aquel día en que el dictador Francisco Franco muriera envuelto en sus propios crímenes, y en ese momento se abrió un periodo de esperanza que la Transición frustró.
- La Transición fue una farsa y dejar impune el genocidio, un crimen de lesa humanidad. Legalizado por la Ley de la Amnistía de 1977, preconstitucional.
- Sólo hay un camino: Anular el procés y todos los procesos legales y judiciales contra los secesionistas y abrir con valentía la reforma de la Constitución, aunque le pese al Rey a al Triunvirato que le apoya. Negarse a ello es más 155. Es decir, más odio más violencia y menos reconciliación. Vivimos instalados en la vida en la mentira, que dijera en su libro Václav Havel El poder de los sin poder.