15 diciembre, 2018
1449 Lecturas
Gibraltar y los Borbones, por Benito Sacaluga
Benito Sacaluga
El tema de Gibraltar ha vuelto. Ya en los mítines del PP y C’s se pueden ver pancartas con eso de «Gibraltar español». Se acusa a Pedro Sánchez de haber perdido una oportunidad única para lograr la recuperación de la roca. Que cosas. Lo que no veo, ni oigo, ni leo son las razones que explican que Gibraltar sea un territorio británico y porque lo sigue siendo. Es largo de contar, pero así en resumen y sin anestesia, la pérdida de Gibraltar se la debemos a los borbones, concretamente a Felipe V, un rey de España adicto al sexo, obseso por la sangre, paranoico, enemigo de la higiene…( Os recomiendo la lectura del libro de Mari Pau Dominguez «La corona maldita»), no tiene desperdicio.
La cosa empezó con la ausencia de descendencia de Carlos II de España, el Hechizado, último de los Habsburgo, esta circunstancia dio lugar a la Guerra de Sucesión, entre borbónicos y austracistas, con el francés Felipe V ya sentado en el trono de España por obra y gracia de su abuelo, el también francés Luis XIV. Una guerra que regó de muertos toda la geografía española y parte del extranjero. Así las cosas Inglaterra, los Países Bajos y los alemanes empezaron a tentarse las ropas y la Guerra de Sucesión digamos que se internacionalizó y nació la Gran Alianza Antiborbónica, formada por Austria, Inglaterra, las Provincias Unidas de los Países Bajos, Prusia y la mayoría de los estados alemanes, junto con Portugal y el Ducado de Saboya que, sin pensárselo mucho, declararon la guerra a Luis XIV de Francia y a Felipe V de España, una guerra que entre pitos y flautas duraría casi 14 años, casi nada.
Como tanto tiempo en guerra no era bueno para nadie y las cosas pintaban mal para España y para los franceses, se decidió poner fin a la misma en los despachos, dando lugar a lo que se conoce como el Tratado de Utrecht. De lo acordado salieron ganadores los ingleses, que, entre otras muchas cosas, no solo se quedaron a perpetuidad con Gibraltar, su puerto, defensas y fortalezas, también con Menorca, ya invadida por ellos durante la guerra y que conservaron durante 100 años. Al mismo tiempo España perdió sus posesiones en Italia y los Países Bajos. Los franceses por su parte consiguieron su objetivo, colocar definitivamente a uno de los suyos en el trono de España, a Felipe V, y España, pues eso, ganó a Felipe V, y con él la entronización de la familia borbónica, esa que hoy sigue reinando en España por obra y gracia de un militar gallego por todos conocido, eso sí, después de más guerra y más sangre.
Poco tiempo tardó Felipe V en borrar del mapa por vía militar a la Corona de Aragón, aboliendo además sus instituciones y leyes propias, e instaurando en España un Estado absolutista y centralista inspirado en la monarquía absoluta de su querido abuelo Luis XIV de Francia. Seguro que Casado y Rivera tienen como referente a Felipe V.
No se olvidó el borbón del Reino de Valencia. Saqueó Xâtiva por no haberse unido a él en la Guerra, masacró a la población y luego incendió la ciudad, disolvió su Parlamento, sus leyes, su moneda, el uso oficial de su lengua y hasta el nombre de Xàtiva, a la que, sin cortarse un pelo de la peluca, denominó “Colonia nueva de San Felipe”, y así siguió hasta 1811, año en el que las Cortes de Cádiz, en plena invasión napoleónica, restituyeron su denominación original. Todo un crack el francés.
En resumen, que después de todo este lío de guerras, sangre, intrigas, intereses, hijos, sobrinos, nietos y negociaciones palaciegas al más alto nivel, lo cierto es que cambiamos Gibraltar por un borbón. Ya te digo. Eso si que es negociar con los ingleses y no lo que ha hecho Pedro Sánchez.