La realidad hoy por hoy es que mientras se juzga a una Infanta de España, Cristina de Borbón, muchos pretenden de hecho sentar en el banquillo a la Corona Española. El Estado, Monarquía y Gobierno, tienen claro que hay que separar todo lo posible a la ciudadana, Cristina, de la Casa Real y si además se consigue, una vez que la muchacha ya está en el banquillo, la absolución, miel sobre hojuelas. Lo mejor hubiera sido que nadie la hubiera acusado de nada pero, si ya lo han hecho, lo ideal es que la absuelvan y no que se libre por una vía rara.
Dado que curiosamente se ha podido pillar, aunque veremos en que queda, al acusador, Miguel Bernad -secretario general de Manos Limpias-, colaborando con un presunto rey del chantaje, cabe la opción de anular la cosa y, de paso, salvar a la Infanta. Ha faltado tiempo a los abogados, menos a los de la Infanta, para pedir que se expulse a Virginia López–Negrete, abogada de Manos Limpias, de la causa y así, como efecto colateral, buscado o no, la Infanta quede libre de la causa.
No entiendo nada. A la luz de los últimos acontecimientos ocurridos crecen los interrogantes. El que ahora se haya acelerado la investigación contra Manos Limpias, ¿tiene que ver con el juicio de Palma? Visto cómo va el juicio y pensando en la posible condena de la Infanta, ¿han pensado que es mejor una salida en falso? Al no colar la doctrina ‘Botín’, ¿se ha pensado en la doctrina ‘machacar al acusador’ para librar al acusado? ¿Alguien me lo explica?