El panorama macroeconómico no deja de moverse y evolucionar, y las economías tienen que moverse con él o caer en el olvido. Esa es una de las verdades incómodas de cómo funciona el planeta.
Lo cierto es que si hay algo que ha definido al siglo XXI es la vertiginosidad con la que suceden los cambios en el campo de lo económico, tecnológico, político y social, siendo esta una tendencia que lejos de disminuir, parece ir en incremento llegando a un punto en el que las transformaciones y transiciones parecieran suceder en cosa de pocos años. Los usuarios saben esto, y es algo que se ha reflejado en el sector automovilístico de España en especial desde principios de 2019 y no parece tener un mejor pronóstico para el 2020, pero ¿Por qué es que está sucediendo esto especialmente en el país ibérico?
En primer lugar debemos entender que a la fecha España figura como uno de los principales fabricantes de vehículos a nivel mundial, estando específicamente en la octava posición, siendo el segundo en la Unión Europea solo por debajo de Alemania (la cual se encuentra en cuarta posición en total, solo por debajo de Japón, Estados Unidos y China, tres gigantes tecnológicos o poblacionales).
Esto a la vez significa que una buena parte del PIB español, concretamente un número que ronda entre el 15% al 17% del total de este está relacionado de manera directa o indirecta con este sector y con el rendimiento que este tenga en las ventas, sin embargo desde el presente año este ha tenido una caída sumamente marcada a partir de las discusiones sobre el futuro de esta industria y en especial desde que en el pasado marzo se introdujera un proyecto de ley que fue aprobado y puesto en marcha el pasado Julio que, en pocas palabras, pronostica el final de la circulación de los autos con motores de combustión a partir del 2030.
Estudios hechos por el comparador de créditos WannaCash.es han arrojado cifras que muestran una agresiva disminución en los créditos otorgados a compradores con el propósito de adquirir autos nuevos, y es que al menos dentro del territorio español los usuarios han enfrentado como nunca antes una ola de incertidumbre sobre el correcto proceder ante esta apremiante situación. Si bien muchos son los usuarios interesados en la adquisición de nuevos vehículos, estos se han visto disuadidos de adquirir uno ante la incertidumbre de si podrán o no circular libremente en este dentro de unos cuantos años.