La profesión del community manager está cada vez más extendida, sistematizada y formalizada. En apenas diez años han empezado a proliferar manuales para formarse en gestión de comunidades virtuales desde el punto de vista corporativo y de la mercadotecnia online.
De hecho, ambas cosas van de la mano: en esta última década es cuando han empezado a aparecer los redactores de contenido, los cursos de formación en posicionamiento web, y en general todas las profesiones relacionadas con el marketing online y el social media en particular, que es el caso que nos ocupa.
Si tuviéramos que describir las cualidades del buen community manager, encontramos que es sencillo hacerlo. Buena capacidad de planificación y de análisis de contenido, buena disposición conversacional y empatía hacia los usuarios, buena capacidad de redacción, inventiva para que los contenidos creados sean interesantes y atractivos, y perseverancia, sobre todo a la hora de actualizarse en un campo que cambia constantemente y a toda velocidad.
En cuanto a su campo de actuación, son las redes sociales, sobre todo en las tres que gozan de mayor popularidad y afluencia de usuarios: Facebook, Twitter e Instagram.
No obstante, el estilo creativo del CM sí que no es igual siempre, pues depende del tipo de empresa, negocio, asociación o grupo para en que gestione las redes. No es lo mismo una empresa de ropa urbana alternativa para jóvenes entre 14 y 30 años, que una asesoría fiscal o una agencia de de viajes.
En ambos casos, el tono debe adecuarse a los clientes potenciales, a su estilo y a sus necesidades, pero también a la imagen de la marca. Es fácil, puesto que todo es lo mismo: la imagen de la marca también debe corresponderse con los usuarios objetivo.
En definitiva, nos encontramos ante una profesión muy joven, tan joven como las redes sociales en las que se ejerce, pero que en muy poco tiempo ha delimitado su praxis y sus conceptos teóricos. El mundo digital es variable y nadie sabe qué redes sociales serán las más visitadas dentro de otros diez años, pero esta profesión ha venido para quedarse.