Ahora las visitas, las citas, los cumpleaños, desearse una «Feliz Navidad» o un «Feliz Año Nuevo» cara a cara, brindar o darse un abrazo mutaron al modo virtual, se dan y se ofrecen a través de un dispositivo electrónico. Este «modus operandi» se ha convertido en una práctica habitual entre familias y amistades en diversos países del mundo, quizás por la globalización, como llaman a ese fenómeno que le ha dado al individuo la «nacionalidad» de ciudadano del planeta, sin país de origen. Unos dejan el hogar por estudios, otros huyendo de un sistema de gobierno inservible, de una crisis política, económica o social; o por ser simplemente un feliz nómada.
Para «acercar» los corazones, en fechas especiales y a diario, existen en el mercado tecnológico diversas apps y funciones telefónicas que se adaptan a las necesidades de cada usuario, partiendo de lo económico que resulta utilizarlas y de sus bondades.
En el tope de la lista de los más populares y usados figura Skype, con una trayectoria más longeva que muchos de los hoy conocidos. Permite realizar videollamadas tanto desde PCs y portátiles, hasta de móviles y tablets, adaptando su formato a cada equipo. También es posible entablar conversaciones en grupo y recurrir al chat.
En los móviles son muy sonados el Facetime, para los «Appleadictos», y Tango, para quienes manejan otros sistemas operativos como Android, y más. Su interfaz es tan amigable y uso es tan fácil como descargar la app, registrarse de forma gratuita, agregar a sus contactos en la lista telefónica y llamarlos.
Hablando de facilidad de descarga y uso, el WhatsApp, ya muy popular por su rol de chat económico y versátil; y el Messenger de Facebook, también con funciones similares, pero sólo entre usuarios de esa red social; han ganado terreno a la hora de hacer llamadas on-line.
Solo basta estar en uso de una red wifi para no «despedirse» tan rápido de su plan de datos, conectarse con sus familiares y amigos, acercar corazones y dars «tecno-abrazos» en cualquier momento… o cuando el wifi lo permita.