JMF: ¿Cómo va PDVSA?

José Toro Hardy: Está destruida. En 1998 producíamos 3,5 millones de barriles diarios y nos alistábamos para elevar esa producción a 5 millones. Hoy, según la OPEP producimos apenas 1,2 millones y la producción viene cayendo a razón de 40.000 barriles diarios cada mes.

JMF: Era la joya…

José Toro Hardy: Llegó a ser considerada la segunda mayor empresa petrolera después de Saudí Aramco.

JMF: Y, ¿Cómo se destruye una ‘gallina de los huevos de oro’?

José Toro Hardy: Creo que hicieron un sancocho de gallina. Empezaron por despedir a 20.000 trabajadores que en promedio tenían 15 años de experiencia y conocimientos. Es decir, lanzaron a la basura 300.000 años de experiencia. Después le cambiaron la misión a la empresa. La pusieron a importar alimentos, a construir viviendas, a invertir en granjas de cerdo y otra actividades que nada tenían que ver con el petróleo. Después cambiaron por decreto la Ley de Hidrocarburos elevando los impuestos, las regalías y la participación del Estado en las empresas mixtas con capitales privados. Descuidaron el mantenimiento. Violaron contratos. La endeudaron a niveles impagables. La utilizaron como una para subsidiar el petróleo en todo el Caribe, Centro y Sur América a fin de extender la ideología bolivariana. Las inversiones se paralizaron y todo se vino a pique. Hoy ni siquiera están pagando sus deudas comerciales ni financieras.

JMF: Y… adiós PDVESA. Tu fuiste director hasta Chavez, ¿te fuiste o te echaron?

José Toro Hardy: Yo renuncié al Directorio de PDVSA el mismo día que ganó Chavez. Lo conocí y conversé mucho con él. Sabía lo que iba a hacer.

JMF: ¿Intentaste convencerle?

José Toro Hardy: Muchas veces. Cuando era candidato me llamaba a hacerme preguntas sobre petróleo. Siendo Director de PDVSA mi obligación era atenderlo.

JMF: Y, ¿no te hacía ni caso?

José Toro Hardy: Era extremadamente amable, pero incapaz de aceptar razones que chocaran con su visión dogmática.

JMF: Y con Maduro,  ¿has hablado con él?

José Toro Hardy: No.

JMF: ¿Será la economía la que echará a Maduro?

José Toro Hardy: Yo creo que no será un solo tema. Será la crisis económica, la inmensa escasez de alimentos y medicinas, la brutal falta de atención médica, la inseguridad personal, la hiperinflación más alta del mundo, la migración de más de tres millones de venezolanos, el default en el pago de la deuda, las sanciones a un número cada vez mayor de funcionarios, los impresionantes casos de corrupción que se descubren cada día, el progresivo aislamiento internacional, el hecho de que más de 50 países han dicho que no reconocen más a Maduro a partir del 10 de enero, la caída del Producto Interno Bruto que en 4 años se ha reducido a la mitad, la indignación con los presos políticos y la violación a los derechos humanos. En fin la lista es muy larga. No creo que salga por ningún factor en particular. Creo que lo hará por la suma de todos ellos.

JMF: Pero de momento aguanta y todo va a peor, ¿dónde esta el límite? ¿Qué hará derramar el vaso?

José Toro Hardy: Yo creo que esto está colapsando. Venezuela era un país próspero. De hecho, entre 1920 y 1980 fuimos la economía de mayor crecimiento en el mundo. Nuestra moneda era más sólida que el dólar de los EEUU. Ya para 1947 éramos el cuarto país con mayor renta media per capita del mundo, sólo superados por EEUU, el Reino Unido y Francia. No conocíamos la inflación y éramos de las democracias más sólidas de la América Latina. La destrucción ha sido impresionante, pero no creo que los venezolanos estemos dispuestos a aceptar por mucho tiempo más.

JMF: Y,  ¿cómo hace cuando uno se harta y ya no aguanta más?

José Toro Hardy: Ciertamente uno piensa que la oposición no lo ha hecho bien. Pero las cosas están cambiando. Por fin se está trabajando intensamente en planes de recuperación en todos los sectores. Los partidos comienzan a ponerse de acuerdo. La comunidad internacional hoy en día está colaborando. La iglesia, los sindicatos, la academia, los intelectuales, los empresarios, las universidades, todos, todos están hoy en día participando. La economía se viene a pique y la crisis humanitaria es cada vez más grave. Todo empieza a coincidir. Las divisiones dentro del régimen son también cada vez más evidentes. La Asamblea Nacional desconoció a Maduro a partir del 10 de enero e incluso aceptó la condena de 13 años de prisión que le impuso en Tribunal Supremo de Justicia electo constitucionalmente pero que funciona desde el exilio. Todo da a entender que a partir de esa fecha los acontecimientos se apresurarán.

JMF: Explica, por favor, qué pasa el 10 de enero, todos me habláis de esta fecha como

José Toro Hardy: El presidente Maduro fue electo democráticamente para un período que vence el 10 de enero del 2019. Después hizo unas elecciones fraudulentas pata reelegirse a partir del 10 de enero. Esas elecciones fueron desconocidas por la mayoría de las naciones latinoamericanas, también por EEUU, por Canadá, por la Unión Europea y por muchas otras naciones. Sólo aceptan su legitimidad de origen hasta el 10 de enero.

JMF: Y, a un personaje como este,  ¿le inquieta esta fecha?

José Toro Hardy: Supongo que sí porque sabe además que a nivel popular ya casi no tiene aceptación. En su entorno ha habido una enorme corrupción, pero las acusaciones son tan graves que no todos están dispuestos a hundirse juntos. Los casos de corrupción que cada día estallan en otros países y las sanciones internacionales a un número cada vez mayor de funcionarios, han producido un efecto grave para el régimen. Son cada vez más los que se van a otros y se vuelven delatores a cambio de clemencia.

JMF: ¿Tu vives en Caracas?

José Toro Hardy: Sí. Aunque no soy político, tengo una presencia activa en los medios denunciando, sobre todo, lo que ocurre en la economía.

JMF: ¿Qué ocurre en la economía?

Jose Toro Hardy: Lo que ocurre en la economía venezolana ya no se puede calificar de simple crisis. Cuando en poco más de cuatro años el Producto Interno Bruto se ha contraído en un 50%, estamos hablando de un colapso. Si a ello le sumamos una inflación que para el 2019 en Fondo Monetario Internacional estima en 10.000.000%, una escasez inmanejable de alimentos y medicinas, una destrucción masiva del más importante sector de su economía , el petróleo, más la migración de entre 3 y cuatro millones de venezolanos, estamos hablando de una de las mayores catástrofes económicas del mundo en los últimos 50 años.

JMF: Viviendo en Caracas, ¿no tienes miedo?

José Toro Hardy: Claro que sí.

JMF: ¿Puedes moverte por Caracas tranquilamente?

José Toro Hardy: Nadie puede moverse tranquilamente, entre otras cosas por la inseguridad.

JMF: Pero tú, por ser tú, ¿te sientes vigilado o perseguido?

José Toro Hardy: Hace años tenía un programa en televisión donde cada domingo en la noche trataba temas sobre economía, petróleo, islam, etc. El programa se transmitía también en otros países. En esa época me seguían. Desde que dejé aquel programa creo que ya no se ocupan mucho de mí. A ellos les preocupan los políticos y yo no lo soy.

JMF: Hablabas del Islám, ¿por qué el Islam?

Jose Toro Hardy: Los mayores productores de petróleo estaban ubicados en el Golfo Pérsico y son islámicos. Con recurrentes frecuencias estallaban conflictos en esa región del mundo por razones históricas y religiosas vinculadas al mundo islámico. Cada vez que eso ocurría se veía interrumpido o se amenazaba con interrumpir el suministro de petróleo de esos países. Cuando eso ocurría, el mundo siempre volteaba la mirada hacia Venezuela, que aunque miembro de la OPEP no era islámico. Venezuela siempre fue capaz de aumentar su producción petrolera y ayudar a los mercados a superar las crisis que estallaban en los mercados petroleros. Llegamos a ser considerados como el abastecedor más seguro y confiable de los mercados. Hoy en día ya no somos considerados como una parte de la solución sino más bien como una parte del problema.

JMF: Mil gracias José, un abrazo y ojalá pronto Venezuela pueda rehacerse.

José Toro Hardy: Gracias a ti.