Conversación tranquila de @jmfrancas con José Sánchez Tortosa (@galonni). Profesor de Filosofía que escribe y ha estudiado, sobre todo, el problema de la enseñanza y el del Holocausto, y los principios del materialismo filosófico.
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JMF: ¿Cómo ves la enseñanza en España?
José Sánchez Tortosa: La enseñanza entendida como transmisión de saberes ha dejado de ser prioritaria. Los sistemas educativos tienen una función de asistencia y de control demográfico. Por eso, los dogmas de la neopedagogía, de un relativismo vaporoso, sofística de serie B y metafísicas de saldo, cumplen la función de respaldo retórico que legitima el vaciado de los contenidos académicos que la escuela ha padecido
JMF: ¿Enseñanza como parking?
José Sánchez Tortosa: Algo así. Las inercias mantienen cierta apariencia de escolaridad pero cada vez es más infrecuente que estudio riguroso y exigente que los que menos recursos tienen necesitan para prosperar. La lacra del pedagogismo condena a los que tienen menos medios a la indigencia intelectual disfrazada de títulos que apenas tienen valor en muchos casos.
JMF: Pero si algo necesita el hombre es aprender…
José Sánchez Tortosa: Aprender es inevitable. La cuestión es qué se aprende y si se hace con un mínimo rigor crítico que proporcione defensas intelectuales y cierta independencia personal o si lo que se aprende condena a la mayoría de los alumnos a trabajos no cualificados. Y eso si la cosa va relativamente bien.
JMF: ¿Quién tiene interés en que no aprendamos en serio?
José Sánchez Tortosa: No creo que sea una maldad consciente de élites o de algún lobby. Creo que es el tobogán por el que desaguan los estados nación.
JMF: ¿Lo dejamos en mal gobierno?
José Sánchez Tortosa: Me refiero a que la debilidad material de los estados nación, cuya soberanía está en tela de juicio por la recomposición geopolítica global. Pero hay diferencias. El caso español es más grave que el francés, creo yo. En Francia aún se conservan ciertas bases institucionales en la escuela pública que le dan un prestigio y una calidad académica que aquí es rarísima. Puedes comparar, por ejemplo, el examen de selectividad de filosofía francés con alguno de los españoles y lo entenderás. Además de que la destrucción de la unidad y de la igualdad en España ha sido especialmente perversa en la escuela, como sabes. Y ahí el el pedagogismo ha sido cómplice necesario. La confluencia entre vacío de contenidos y nacionalismos y populismos se me antoja innegable. Es lo que algunos hemos denominado populismo pedagógico. La enseñanza hecha espectáculo, sentimentalización, producción de ignorancia e infantilización indefinida.
JMF: En España ha dominado la educación el psicologismo y asi nos va. ¿Qué harías para mejorar la educación en España?
José Sánchez Tortosa: Yo, nada. Me limito a constatar sus estertores y denunciar la estupidez que acelera su declive. Bueno, algo sí. Me esfuerzo cuanto puedo, y cada vez con más conciencia de estar en una especie de resistencia anacrónica destinada al fracaso, en ofrecer a mis alumnos el mayor rigor del que soy capaz, ofrecerles referencias y herramientas conceptuales que pueda servirles para no ser completamente idiotas y forzarles en lo posible a que se cuestionen sus convicciones con el instrumental de la lógica y del pensamiento dialéctico. Que se rebelen contra el ego desde la humildad del conocimiento, que exige paciencia, método, escrúpulo, esfuerzo y un coraje callado, sin estridencias, casi clandestino. Si nos ponemos en la hipótesis de ciencia ficción de que me nombrarán ministro de educación y me dejaran hacer algo, empezaría por ampliar el bachillerato por lo menos hasta 4 cursos con examen de Estado. Examen de Estado también al final de primaria y secundaria, como en muchos países europeos. Quitar privilegios a los departamentos de orientación, si no eliminarlos o, al menos, integrarlos en otros departamentos. Y, por supuesto, que el Estado asumiera las competencias educativas transferidas en mala hora a las CCAA.
JMF: Me da que serías un buen ministro pero que durarías dos días jajajaj.
José Sánchez Tortosa: Menos.
JMF: ¿Qué te interesa del holocausto?
José Sánchez Tortosa: Me interesa el intento por entender la lógica de lo monstruoso que, sin embargo, es lo que define la condición humana. En muchas ocasiones se renuncia a comprenderlo y se resuelve la cuestión con tópicos morales, emocionales o psiquiátricos, que pueden ofrecer consuelo pero que bloquean o eximen del estudio del fenómeno y, por tanto, de su comprensión. Lo cual dificulta las posibilidades de prever fenómenos similares que puedan avecinarse o que, incluso, tenemos delante. El exterminio de población civil por medios industriales alcanzó su paroxismo Auschwitz, pero fue el resultado de un proceso que siguió muchos pasos previos. No se empezó a asesinar judíos en cámaras de gas hasta el invierno del 41.
JMF: ¿Ves peligro?
José Sánchez Tortosa: Aunque hay muchas diferencias también hay analogías con la Europa de entreguerras. Quiero decir que Europa es un bello dinosaurio decadente cuya subsistencia a largo plazo es incierta. Y en esos momentos de recomposición política, económica y social, movimientos como los populismos y los nacionalismos pueden germinar fácilmente.
JMF: Pero, ¿ves síntomas de prenazismo?
José Sánchez Tortosa: De algo similar sí. Pero el nazismo es un fenómeno histórico muy concreto, dado en un momento determinado seguramente sin precedentes. Pero no es imposible que algún movimiento de tendencia totalitaria y homicida triunfe bajo nuevas apariencias. Hay un problema muy serio a nivel europeo especialmente, que es demográfico. Pues bien, también había un serio problemas demográfico en la Europa anterior a 1939, que tenía que ver con los efectos de los cambios de fronteras y los movimientos de población. Algunos grupos quedaron dentro de países que no reconocían como propios o con lengua oficial diferente. El nazismo fue más cultural y lingüístico que racial. El componente biológico era más bien propagandístico.
JMF: ¿Qué debemos aprender del holocausto?
José Sánchez Tortosa: Que las maquinarias de los Estados, si no están corregidas o limitadas por automatismos institucionales, pueden volver a caer en la tentación de solucionar problemas de excedentes de población de manera quirúrgica.
JMF: Gracias José, ya me has dado buen material para la reflexión de mis lectores, un abrazo y hasta pronto.
José Sánchez Tortosa: Muchas gracias a ti. En mi blog puedes encontrar desarrolladas algunas de estas cuestiones: josesancheztortosa.com. Quedo a tu disposición. Hasta pronto. Un abrazo.