Conversación tranquila de @jmfrancas con José Andrés Rozas (@jarozas1). Profesor acreditado a cátedra en la Sección de Derecho financiero y tributario de la UB, coordina el programa de doctorado de Derecho y Ciencia política en la UB y vocal del Consejo para su Defensa, órgano dependiente del Ministerio de Hacienda.
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JMF: ¿Alguien defiende al contribuyente?
José A. Rozas: Sus asesores, los tribunales económico administrativos, los jueces de lo contencioso, el Consejo para su defensa. Pero, ciertamente, el nivel de litigiosidad tributaria debería de reducirse y las Administraciones tributarias se enfrentan al reto de mejorar sustancialmente -ya lo vienen haciendo- la calidad de sus servicios, de modo que no fuera necesario recurrir tan frecuentemente sus actos tributarios.
JMF: Da la sensación de que ‘la presunción de inocencia’ del contribuyente no existe… ¿no?
José A. Rozas: Efectivamente se ha de avanzar mucho en términos de lo que la Carta de derechos fundamentales del ciudadano europeo, hoy ya Derecho primario de la UE, denomina en su art. 41 ‘buena administración’ y que se podría traducir, en síntesis, por llevar a los procedimientos tributarios el nivel de protección de los derechos y garantías del contribuyente que tradicionalmente se conocen como ‘fair trail’ o justo proceso, en el orden contencioso. El contribuyente no debería de verse obligado a recurrir al contencioso -que es una jurisdicción para gente pudiente- para hacer valer sus derechos. Se deberían de diseñar los procedimientos tributarios con primor y respeto de todos los derechos y garantías del conjunto de los ciudadanos. En España se avanzó mucho al respecto en 1998, con una ley pionera al respecto, pero se retrocedió en el 2003, con la vigente LGT, y, llamativamente, en el 2015 cuando al final de la mayoría absoluta del PP, con ‘agostidad’, la Agencia Tributaria logró que prosperara una reforma de los procedimientos tributarios hecha a su medida, no a la de los contribuyentes.
JMF: ¿Ves posible que ‘alguien’ que vive de los impuestos haga esto?
José A. Rozas: ¡Claro que sí! Y otras Administraciones tributarias la australiana y la holandesa, en particular, pero también la italiana, por ejemplo- están trabajando mucho y bien en modelos de relaciones tributarias cooperativas muy fructíferos. Hoy en día ya no se puede gobernar tirando de ‘ordeño’ y mando. Se ha de conseguir implicar al contribuyente, a sus asesores, en la aceptación y aplicación de las reglas de juego. Y diseñarlas mano a mano con ellos y a partir de una fluida cooperación con otras Administraciones tributarias. Hacerlo así mejora la calidad del servicio, la satisfacción de los contribuyentes y las cifras de recaudación.
JMF: ¿Ves este planteamiento de ‘cooperación’ en los políticos de España?
José A. Rozas: ¡Buena pregunta! Y retórica, evidentemente. Vivimos tiempos de infantilismo melodramático en la política. En realidad, puro reflejo de la posmodernidad líquida y emotivista en la que vivimos. Todo es coyuntural, inmediato y excesivo. Sólo es posible cooperar desde la confianza y hoy la política es pura marrullería barriobajera y destructiva.
JMF: Coordinas el programa de doctorado en Derecho y Ciencia política de la UB, ¿es un doctorado un puro trámite?
José A. Rozas: En absoluto. Es una carrera de fondo intensa y ardua. Las frivolidades que han salido a la luz son patologías que existen -en el programa que coordino se ha instruido un expediente por plagio pendiente de resolución en la Comisión jurídica asesora de la Generalitat- pero que, al menos en la mayoría del sistema universitario, son bochornosas excepciones. Nuevamente lo que ocurre en los estudios de doctorado es un reflejo natural del desarme moral generalizado. La superficialidad y desvergüenza campa por sus respetos, también entre la clase académica, y no siempre es fácil prevenir y reaccionar frente a ello. Por otra parte tampoco es sencillo lograr niveles de riesgo cero en sistemas tan complejos y dispersos. La creación de las Escuelas de doctorado, por ejemplo, creo que han supuesto una cierta mejora en estos procesos.
JMF: Por lo que has leído. ¿La tesis de Sánchez es presentable? ¿Es un plagio, un bodrio, un chanchullo…?
José A. Rozas: No conozco a nadie que haya publicado su tesis en una obra supuestamente colectiva de la que el recién doctorado se atribuye la dirección y en la que no se especifica qué parte de la monografía es de su autoría y qué otras del co-autor. También es sorprendente que se afirme que es perfectamente regular el hacer pasar documentos públicos -sin entrecomillar ni referenciar- como propios. Todo es verdaderamente insólito y sorprendente.
JMF: ¿Te suena a error o a cambalache?
José A. Rozas: No sabría calificarlo. Es un modo de hacer muy poco riguroso y descuidado. La primera denuncia de plagio vino del prologuista del libro, y que afirmó que la tesis tenía su origen en informes del Ministerio de Industria, del que entonces era titular. Ahora parece que se ha retractado. También parece que no se respetó lo dispuesto en la normativa de la Universidad en cuanto al nombramiento del tribunal. En definitiva, sí, quizás la palabra sea cambalache.
JMF: ¿Es legal la doble imposición? El IVA sobre impuestos…
José A. Rozas: Legal es. Así lo establecen las Directivas. De hecho en la Constitución no está proscrita y es frecuente, tanto en su modalidad económica como jurídica. Otra cosa es que sea improcedente o ineficiente y que en el plano internacional trate de atenuarse o eliminarse. No siempre el impuesto legalmente debido es justo. Y tampoco se puede calificar como ilícito el atemperar la carga tributaria mediante circuitos negociales imaginativos. Una cosa es mitigar el coste fiscal y otra evadir impuestos. Entre ambas, la elusión fiscal puede, o no, ser legal, más allá de que resulte moralmente reprobable.
JMF: Pues si es legal habrá que… y seguir despotricando pero pagando la famosa factura de La Luz. Gracias y un fuerte abrazo.
José A. Rozas: Gracias a ti y enhorabuena por estas charlas tranquilas. Apago la luz, que está la bombilla plagada de impuestos. ¡Un abrazo!
