Cuesta creer que un político, con mando en plaza de la tan políticamente correcta Unión Europea, declare en una entrevista en pleno siglo XXI en el periódico escrito más importante de Alemania, el Frankfurter Allgemeine Zeitung, que: «El pacto dentro de la zona Euro se basa la confianza. En la crisis del euro, los países del euro del Norte han mostrado su solidaridad con los países en crisis. Como socialdemócrata considero la solidaridad extremadamente importante. Pero quien la exige también tiene obligaciones. No puedo gastarme todo mi dinero en licor y mujeres y a continuación pedir ayuda. Este principio se aplica a nivel personal, local, nacional e incluso a nivel europeo» y no rectifique inmediatamente.
Es evidente que los países del sur tenemos cierta fama de alegres frente a los países del norte; el sol es más nuestro que suyo, pero pensarse que el alcohol es nuestro deporte es no conocer el comportamiento de muchísimos norteños, tanto en su tierra como aquí. Lo de las mujeres prefiero omitirlo, aunque bastaría recordar de donde vino el famoso destape para ver que el personaje no conoce ni siquiera las costumbres europeas.
No es de recibo que una autoridad piense así de países de la UE. No es de recibo que el comportamiento de muchos políticos del sur den motivos para que alguien piense así. Pero, sobre todo, no es de recibo que una generalización de este estilo no cause, en el que la ha hecho, rubor cuanto no vergüenza y se haya apresurado, cual mente bien amueblada, a rectificarla por confundir lo particular de algunos, en su querido norte tambien los hay, con lo universal de un país.
No entiendo nada. ¿A que espera para dimitir el graciosillo de Joroen que ya no puede representar a media UE? ¿Alguien me lo explica?