HEMEROTECA GREDOS MORATALAZ MADRID
Madrid, 1 de octubre de 2008
Mensaje para los miembros de la Cooperativa del Grupo Empresarial Gredos San Diego.
Como miembro de la comunidad escolar, padres del alumno A.T.C. es nuestro deseo dirigirnos a vosotros para haceos partícipes del éxito conseguido, al obtener el título de Bachiller y la Prueba de Acceso a la Universidad. Como consecuencia se ha matriculado en la Universidad Rey Juan Carlos, campus de Pozuelo, Centro Universitario ESIC, para cursar la doble licenciatura de Publicidad y Relaciones Públicas. Gracias a todos vosotros por vuestra colaboración. No obstante, nos permitimos haceos algunas observaciones con todo respeto y amabilidad. No hay duda que vuestro grupo empresarial ha obtenido un éxito asombroso, al menos cuantitativamente hablando. Os felicitamos porque habéis sabido aprovechar el área de oportunidad que os ha brindado la política neoliberal del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Pero no nos reprochéis si os denunciamos que es más fácil desarrollar la arquitectura de una serie de colegios con ladrillos, que desplegar un diseño pedagógico a través de un equipo a la altura de los adolescentes del siglo XXI. Es imposible improvisar profesores con el nivel que la sociedad madrileña exige a la velocidad que habéis abierto los centros. Si traemos a la memoria los primeros cursos del Gredos de Moratalaz, el equipo pedagógico, presumiblemente venido del Gredos de Vallecas, sembró expectativas, que luego se vieron desbordadas porque la cantidad ahogó la calidad.
La Comunidad Escolar está formada por la administración pública, representante de la sociedad, la escuela y la familia. Entonces ¿Quién calibra la respuesta didáctica y pedagógica exigida por el alumno? Evidentemente el rendimiento obtenido mediante los exámenes. Pero vosotros sabéis que, aunque esa es la métrica necesaria e ineludible para calificar los conocimientos adquiridos, la metodología pedagógica y didáctica, así como el trato, apoyo y reconocimiento del alumno, es el adolescente quien os está evaluando. Y en este terreno habéis dejado algunos cabos sueltos. No es lo mismo un alumno de la ESO, que de 2º de Bachiller. El trato, el tacto, la motivación, el reconocimiento, deben encontrarse en otro nivel. Pero no lo toméis como reproche, se madura con el tiempo. Aunque los encuentros con el equipo docente y la dirección del centro, se han ceñido al estricto protocolo institucional y las programadas tutorías, nos cabe la satisfacción de haber participado en dos ciclos de la Escuela de Padres, sobre la prevención de drogas en la niñez y la adolescencia. Aún nos estamos preguntando por qué no existía un APA… Conocemos muy de cerca el Colegio SIGLO XXI, una cooperativa de padres con el objetivo de conseguir un diseño pedagógico, no un imperio de colegios.
En otro orden de cosas, habéis puesto en escena, con motivo de la graduación del curso 2007/2008, en el Gredos de Vallecas, el maridaje entre el Gobierno neoliberal de la Comunidad de Madrid y vuestra cooperativa social, económica y de negocio, donde habéis escenificado el protocolo de un colegio privado concertado, como si fuera solamente privado. Como contribuyentes pasamos vergüenza ajena y como padres nos sentimos defraudados. La presencia de la señora consejera podía haberse omitido. Os elegimos porque a la edad de nuestro hijo, el régimen de instituto podía serle un poco duro. Eráis una cooperativa laica y no parecía que tuvierais tintes empresariales tan acusados. Pero no nos arrepentimos, ni tampoco somos ingenuos porque aunque el Estado subvenciona a los colegios concertados, luego viene el plus mensual del negocio porque de otro modo, la iniciativa privada por sí sola no podría funcionar. Todos sabemos las lagunas que tiene la concertación y a nadie escapa el abuso y la discriminación que los concertados hacéis de ellas. Los padres aceptamos el pago de la célebre cuota a cambio de un plus pedagógico, cuyo plus se convierte en presión para sacar más nota, a través de un equipo pedagógico que no le han dado el tiempo necesario para prepararse y madurar.
Una vez más reiteramos las felicitaciones y el agradecimiento que hemos vertido en el primer párrafo de nuestra carta, hacia el claustro y el resto del personal, pero pensamos que el camino emprendido por vuestro próspero negocio, no supone una aportación de enseñanza de calidad para la Comunidad de Madrid.
Ha habido episodios en los cuales la dirección del colegio no ha estado a la altura de mínimos en su propia responsabilidad. Nos referimos al viaje de Andorra, donde las responsabilidades del club se confundían con las del colegio. Pero al final la falta de responsabilidad de los monitores a la hora de custodiar a menores en un país extranjero, dejó mucho que desear y ni el jefe de estudios ni el director, respondieron a nuestras inquietudes. Han predominado más las estructuras corporativas que las respuestas sensibles a los alumnos que más apoyo necesitaban. Ejemplo, la marginación que hubo con los alumnos suspendidos en junio ante la ceremonia de graduación. En la convocatoria de septiembre, la profesora se negó a acompañar a los alumnos y fueron solos al examen. Y el broche de oro se produjo cuando, el día 26 de septiembre, solicitamos el certificado de la PRUEBA DE ACCESEO A LA UNIVERSIDAD y la recepcionista se negó a entregarlo, alegando que nadie había en el colegio que pudiera entregarnos el documento, porque el director y los jefes de estudios estaban de excursión, en un día con el colegio en plena actividad. El primer intento fracasó y a las pocas horas insistimos que el certificado era necesario para la matriculación del alumno. Exigimos que alguien debiera asumir la responsabilidad del colegio en ausencia de la dirección en pleno. Otras personas fueron consultadas y después de un tiempo, se nos entregó el documento que ineludiblemente debía de ser entregado, siguiendo el proceso oficialmente establecido. Firmamos en un papel escrito por nosotros mismos, donde quedaba constancia de la entrega. Las formas de acogida y de dar explicaciones de la recepcionista nos hicieron sentir vergüenza ajena, pero pronto descubrimos que su comportamiento estaba más cerca de una empresa que ha perdido sus objetivos, que de un colegio privado concertado. Os repetimos que sería una ingenuidad por nuestra parte, que pensáramos que la implantación de los centros a la velocidad que se han hecho, albergasen profesionales de la enseñanza formados y preparados en tan escaso espacio de tiempo. No tenemos nada en contra del profesorado por su poca preparación, ellos no son responsables. Tampoco nos sentimos resentidos por actuaciones que podrían haber sido manifiestamente mejorables. Como padres asumimos nuestros errores, pero vuestra responsabilidad como educadores de nuestros hijos no es opcional. Sin embargo, vosotros habéis optado por la educación como negocio y la aptitud pedagógica como consecuencia del mismo. Copia de esta carta, también, obra en poder de la Consejería de Educación, pero no temáis porque la alianza de vuestro imperio con la Comunidad de Madrid, es inquebrantable. Ha sido nuestro deseo dar a conocer esta valoración subjetiva al Grupo Socialista de la Asamblea de Madrid, pero tampoco puede alterar vuestra tranquilidad porque el poder del PP, lejos de haceos vulnerables, os hace inmunes. La democracia es así. Libertad, respeto y discrepancia.
Atentamente
P. T. G.
Posdata escrita 13 años más tarde: Este exalumno que en su día no le presentasteis a la primera convocatoria para hacer el examen de acceso a la Universidad, porque sus notas devaluaban el nivel de vuestro colegio negocio, sacó mejor nota en septiembre que algunos de los presentados en junio. Sacó su doble licenciatura de cinco cursos, más arriba mencionada. Más tardes cursó dos masters, Mercado de Valores y Economía y Organización Empresarial. En la actualidad sin conocer lo que es estar en el paro juvenil, desempeña trabajos de dos actividades de índole económica y financiera. Sería interesante para los responsables del Imperio Gredos que propiciaran una asociación de antiguos alumnos para conocer qué puesto ocupan en la sociedad española. Tomando estos 13 años como medida para hacer el balance de su respuesta educacional.