Conversación tranquila de @jmfrancas con Fernando Sánchez Costa (@fsancos), doctor en historia contemporánea, exdiputado del PP.
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JMF: ¿Cómo ves hoy la realidad catalana?
Fernando Sanchez Costa: Soy optimista. Quizá soy de los pocos que ve la situación mejor que hace uno o dos años. Pero creo que el ‘Procés’ ha llegado ya a su punto álgido y se encuentra de bajada. Las instituciones del Estado han logrado parar el quebrantamiento del orden constitucional. El corto plazo está bastante controlado. El independentismo está desconcertado y dividido, especialmente después del cambio de gobierno en Madrid. Lo importante, ahora, es lograr ganar en el medio y largo plazo. Y para eso hace falta inteligencia, voluntad y recursos. El problema básico no es la crisis política sin precedentes que hemos vivido. El problema es lo que revela esta crisis independentista. Y es que tanto el Estado como España habían casi desaparecido de Cataluña. Por eso ha sido tan difícil hacer frente a la oleada soberanista.
JMF: ¿Ves al nuevo gobierno con más voluntad política que el anterior?
Fernando Sanchez Costa: Creo que el principal problema en la gestión de la crisis catalana por parte del anterior gobierno es haber sido mucho tiempo duro en las formas y suave en el fondo. Es decir, las declaraciones y las actitudes eran muy contundentes -lo que podía contribuir a inflamar la situación- mientras que no había decisiones políticas fuertes para atajar el problema. Eso empezó a cambiar a partir del 9N y de 2015, pero el independentismo había avanzado ya enormemente. Está claro que el nuevo gobierno será más flexible en las formas. Habrá que ver qué quiere hacer en el fondo.
JMF: El Rey no para de ir a Cataluña a pesar de los desplantes, ¿hace bien?
Fernando Sanchez Costa: Sin duda, hace muy bien. Nunca más podemos dejar que ni las calles, ni las instituciones, ni las entidades catalanas sean solo de los independentistas, como ellos corean en algunas canciones. El Rey ha de estar en Cataluña, como debe estarlo también el gobierno, y como deben estar las instituciones del Estado. Y quizá hay que dar un poco menos de cancha a los conflictos que constantemente intentan crear los líderes independentistas. ¿No quieren ir a un acto? Que no vayan. El problema es suyo.
JMF: ¿Y el Senado?
Fernando Sanchez Costa: Esta es una opinión muy personal. Pero yo creo que del problema independentista solo se saldrá por elevación. Y esta elevación permitirá no solo salvar la situación, sino fortalecer y vertebrar mejor España. Y una vía estupenda para lograrlo, para reconectar la realidad catalana con la vida y el proyecto político español es que algunas instituciones del Estado tengan su sede en Cataluña. El Senado, por ejemplo. De lo que se trata no es fundamentalmente de pactar nuevas concesiones a los nacionalistas, sino de implicar al conjunto de la población catalana en un proyecto de futuro compartido con todos los españoles. Pero eso implica que lo que sucede en Cataluña no puede afrontarse solo jurídicamente, ni siquiera políticamente. Hay que afrontarlo también social, cultural y mediáticamente.
JMF: En teoria la Generalitat y sus cargos son Estado, ¿lo son realmente?
Fernando Sanchez Costa: Está claro que han actuado de forma desleal con el Estado. Recuperar la lealtad es la premisa para cualquier acuerdo y negociación. A mí no me preocupa hablar de ampliaciones competenciales o de dar nuevas herramientas de autogobierno. Solo me preocupa en tanto vayan a servir en el futuro para profundizar la desconexión. Por eso hay que garantizar la lealtad. Y si no se da, hay que actuar con más prontitud para asegurarla.
JMF: ¿Es leal hablar en Washington de presos políticos o dejar solo al Rey en Gerona?
Fernando Sanchez Costa: No es leal. De ningún modo. El independentismo había planteado su estrategia como una dialéctica permanente contra Rajoy y el PP. Una vez caído el espantajo discursivo que habían creado, tienen que buscar otro referente de confrontación. Y han optado por la Corona. Es una estrategia perversa, porque la Corono está atada de pies y manos. En el fondo, están pidiendo al Rey que borbonee, que se meta en política. El Presidente del Gobierno tiene la obligación de parar en seco esta estrategia, y de momento no lo ha hecho. Dicho lo cual, me parece que la estrategia de Sánchez pasa por dar una imagen de centralidad mientras el independentismo va quedando situado en una suerte de extremismo un poco frikie. Pero debe cortar con la estrategia de ataque a la Corona.
JMF: ¿Cómo se para?
Fernando Sanchez Costa: Para empezar, oponiéndose claramente a ese discurso, recordando que la política le corresponde a él y no al rey y defendiendo su actuación, no solo poniéndose de perfil.
JMF: ¿Ves la situación catalana ya tranquila?
Fernando Sanchez Costa: Mi percepción personal es que la intensidad y la tensión política se ha reducido notablemente. Las concentraciones independentistas están pinchando. Pero otras personas lo ven de forma distinta y auguran un otoño muy caliente en las calles y de alto voltaje político por los juicios. Cada uno tiene su experiencia. En cualquier caso, el peor error de «Madrid» sería llegar a la clásica conclusión de que «el suflé va de bajada». Es lo que escuchábamos los catalanes en Madrid desde 2012, en todo tipo de foros. Hasta que estalló. Yo pienso que ahora sí el suflé va de bajada. Pero puede resurgir en cualquier momento si no se toman decisiones estructurales (políticas, culturales, comunicativas…) para evitar que se produzca un movimiento de ruptura como el que hemos vivido. Si no, es cuestión de tiempo.
JMF: ¿Ves algún riesgo que pueda complicar lo que parece es una oportunidad nueva?
Fernando Sanchez Costa: Creo que tenemos un riesgo principal. Sería fatal para España que volviéramos a la situación de 2004-2005, con una alianza estratégica de PSOE-nacionalistas y un PP en oposición frontal. Uno de los grandes méritos de Rajoy ha sido lograr la unidad constitucionalista. Del mismo modo que el PSOE ha sido leal al gobierno en cuestiones nucleares de Estado durante estos últimos años, ahora el PP debe también tener actitud de Estado. Pero al mismo tiempo, el nuevo gobierno debe actuar como el anterior, escuchando y pactando las grandes líneas de la política nacional. Probablemente esto que expreso es quimérico, pero la opción contraria puede ser muy negativa para todos. Una cosa muy positiva es que el ‘Procés’ ha acercado a los tres partidos constitucionalistas catalanes como nunca había pasado en la historia de la democracia. Entre el PSC y el PPC, por ejemplo, se han abierto unos cauces de comunicación antes impensables.
JMF: ¿Está reaccionado la sociedad catalana?
Fernando Sanchez Costa: Intentaba empezar esta entrevista con un tono optimista, a pesar de la situación de enorme gravedad que hemos vivido y que todavía atravesamos. Pero el ‘Procés’ ha tenido también sus derivadas positivas. Una de ellas que la Cataluña silenciosa, la Cataluña no-nacionalista, ha despertado, se ha movilizado y se ha organizado. Durante decenios imperó un silencio denso. Las cosas han cambiado notablemente. Societat Civil Catalana es un ejemplo de ello, así como el éxito de las manifestaciones de octubre. También otras muchas iniciativas de personas muy variadas, a la izquierda y a la derecha, que han dicho basta al relato único en Cataluña. Porque en 2013, por ejemplo, en Cataluña solo había un relato hegemónico, que lo ocupaba todo. Estamos en disposición, ahora, de construir alternativas.
JMF: ¿Ya no solo hay ‘esteladas’ en las casas?
Fernando Sanchez Costa: Efectivamente. También hay banderas españolas en las calles y balcones de Cataluña. También hay muchos personajes públicos que se atreven a contradecir las consignas nacionalistas. En los 90 solo el PP se atrevía a hacer un discurso incómodo para la hegemonía nacionalista. Hoy ha ganado las elecciones en Cataluña un partido que se opone frontalmente al ‘Procés’ y lo que significa. Hoy hasta una parte del PSC ha dejado los miedos a expresar su sentido de pertenencia al proyecto común español. Pero queda mucho por hacer. El gobierno del PP, la unidad de los partidos constitucionalistas y todas las instituciones de nuestra democracia lograron parar el golpe constitucional. Pero ahora hay que ganar la partida a largo plazo, hay que lograr superar el laberinto identitario que se ha instalado en Cataluña, hay que configurar una sociedad civil que no esté subordinada al soberanismo. Y eso requiere voluntad, recursos y determinación.
JMF: Gracias Fernando, un abrazo y queda mucho por hacer y si me dejas más adelante lo seguimos comentando.
Fernando Sanchez Costa: Perfecto. A tu disposición.