EL DISCURSO DEL REY EL 3 DE OCTUBRE DE 2017
“…arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones…”
El Rey de España, es evidente que el 3 de octubre más que un discurso dio un mitin, escrito por los secuaces y esbirros de un tal M. Rajoy. También es verdad que el Régimen del 78, tuvo y tiene recursos suficientes para hacer vivir en la mentira al pueblo español y catalán, a través de los Medios de Comunicación y la estructura franquista instalada en los tres poderes del Estado.
Felipe VI en su discurso no ejerció de árbitro, no moderó nada y tampoco reguló el funcionamiento sobre todo la actuación de los ministerios de Interior y de Justicia. Fue juez y parte de su propia sentencia. Jamás se olvidará su filípica de odio larvado hacia el pueblo catalán. Se olvidó de que el día1 de octubre los Cuerpos y Fuerzas de su Graciosa Majestad, se ensañaron contra mayores y pequeños con inusitada violencia, en los colegios electorales. Parece ser que, por orden judicial, pero ni un solo juez eludió esa acusación. Las imágenes dieron la vuelta al mundo. ¡Qué vergüenza en pleno siglo XXI en la Europa civilizada!
De qué se extrañan los franquistas de que Felipe VI sea declarado persona non grata en Catalunya.
Si leemos el artículo 155 de la Constitución, allí se consagra fuerza violenta para custodiar la Unidad de Estaña de cuya unidad el Rey es garante.
La Constitución española de 1978.
Título VIII. De la Organización Territorial del Estado
Capítulo tercero. De las Comunidades Autónomas
Artículo 155
- Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
- Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas.
Forzoso RAE
- De
- adj. Ineludible, inevitable.
- adj. Obligado por circunstancias imprevistas. Aterrizaje forzoso.
- adj. desus. Fuerte, recio o violento.
- adj. desus. Que tiene grandes fuerzas.
- adj. desus. Violento, contra razón y derecho.
La Constitución española de 1978.
Título II. De la Corona
Artículo 56
- El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes.
- Su título es el de Rey de España y podrá utilizar los demás que correspondan a la Corona.
- La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64, careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo 65.2.
arbitrar RAE
Del lat. arbitrāri.
- tr. Idear o disponer los medios, medidas o recursos necesarios para un fin. La dirección arbitrará soluciones para resolver el problema.
- intr. Actuar o intervenir como árbitro, especialmente en un conflicto entre partes o en una competición deportiva. U. t. c. tr.
- intr. Proceder libremente, según la propia facultad y arbitrio.
- intr. desus. Discurrir o formar juicio.
moderar RAE
Del lat. moderāri.
- tr. Templar, ajustar o arreglar algo, evitando el exceso. Moderar las pasiones, el precio, el calor, la velocidad.U. t. c. prnl.
DISCURSO DEL FELIPE VI A LOS ESPAÑOLES Y CATALANES
https://elpais.com/politica/2017/10/03/actualidad/1507058161_929296.html
Estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática. Y en estas circunstancias, quiero dirigirme directamente a todos los españoles. Todos hemos sido testigos de los hechos que se han ido produciendo en Cataluña, con la pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada −ilegalmente−la independencia de Cataluña.
El Rey: “Es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional”
Desde hace ya tiempo, determinadas autoridades de Cataluña, de una manera reiterada, consciente y deliberada, han venido incumpliendo la Constitución y su Estatuto de Autonomía, que es la Ley que reconoce, protege y ampara sus instituciones históricas y su autogobierno.
Con sus decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado. Un Estado al que, precisamente, esas autoridades representan en Cataluña.
Han quebrantado los principios democráticos de todo Estado de Derecho y han socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando ─desgraciadamente─ a dividirla. Hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada.
Esas autoridades han menospreciado los afectos y los sentimientos de solidaridad que han unido y unirán al conjunto de los españoles; y con su conducta irresponsable incluso pueden poner en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y de toda España.
En definitiva, todo ello ha supuesto la culminación de un inaceptable intento de apropiación de las instituciones históricas de Cataluña. Esas autoridades, de una manera clara y rotunda, se han situado totalmente al margen del derecho y de la democracia. Han pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional, que es el derecho de todos los españoles a decidir democráticamente su vida en común.
Por todo ello y ante esta situación de extrema gravedad, que requiere el firme compromiso de todos con los intereses generales, es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución y en su Estatuto de Autonomía.
Hoy quiero, además, transmitir varios mensajes a todos los españoles, particularmente a los catalanes.
A los ciudadanos de Cataluña –a todos− quiero reiterarles que desde hace décadas vivimos en un Estado democrático que ofrece las vías constitucionales para que cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del respeto a la ley. Porque, como todos sabemos, sin ese respeto no hay convivencia democrática posible en paz y libertad, ni en Cataluña, ni en el resto de España, ni en ningún lugar del mundo. En la España constitucional y democrática, saben bien que tienen un espacio de concordia y de encuentro con todos sus conciudadanos.
Sé muy bien que en Cataluña también hay mucha preocupación y gran inquietud con la conducta de las autoridades autonómicas. A quienes así lo sienten, les digo que no están solos, ni lo estarán; que tienen todo el apoyo y la solidaridad del resto de los españoles, y la garantía absoluta de nuestro Estado de Derecho en la defensa de su libertad y de sus derechos.
Y al conjunto de los españoles, que viven con desasosiego y tristeza estos acontecimientos, les transmito un mensaje de tranquilidad, de confianza y, también, de esperanza.
Son momentos difíciles, pero los superaremos. Son momentos muy complejos, pero saldremos adelante. Porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos de lo que somos. Porque nuestros principios democráticos son fuertes, son sólidos. Y lo son porque están basados en el deseo de millones y millones de españoles de convivir en paz y en libertad. Así hemos ido construyendo la España de las últimas décadas. Y así debemos seguir ese camino, con serenidad y con determinación. En ese camino, en esa España mejor que todos deseamos, estará también Cataluña.
Termino ya estas palabras, dirigidas a todo el pueblo español, para subrayar una vez más el firme compromiso de la Corona con la Constitución y con la democracia, mi entrega al entendimiento y la concordia entre españoles, y mi compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de España.