Tenemos una percepción fundamentalmente ciudadana de los partidos políticos. Mientras más conocemos el panorama de partidos de la actualidad, lo que quieren, cómo lo dicen y qué estrategias emplean para conseguirlo, más conscientes somos de que solo somos espectadores en el llamado circo electoral. Sin embargo, la perspectiva siempre es muy diferente desde el punto de vista interno de los partidos. De hecho, todos ellos tienen una historia y han tenido un origen, fundamentado en la coalición de dos o más personas unidas por intereses sociales comunes. Aunque no lo parezca, fundar un partido, crear una asociación, suele estar motivado por una auténtica voluntad de cambio.
Por no hablar de los aspectos más pragmáticos de la fundación de un partido. Un partido existe cuando por fin existe lo que conocemos como principios básicos y programa electoral. Es decir, un partido ha de posicionarse, ya sea en la derecha, en la izquierda, o en un centro que se establece más hacia un extremo o hacia el otro. Sus objetivos también han de quedar recogidos en un documento, y, a partir de dichos objetivos, se crearán las metas electorales. Las promesas, como las llamamos los ciudadanos. Después, toca elegir logotipo, eslogan y color; es decir, todo lo que tenga que ver con el branding político. ¿Y luego? Luego solo queda formalizarlo, uniformarlo, hacerlo público. Celebrar un mitin, por ejemplo, y desde luego controlarlo mediante una app para congresos.
La tecnología lleva un tiempo poniéndose al servicio de los ciudadanos. Todos los partidos usan las redes sociales como herramienta de difusión de su ideología, por ejemplo. En cuanto a los eventos públicos o los mítines que ya hemos mencionado antes, también es lógico que tarde o temprano utilicen sus propias aplicaciones para organizar eventos. La principal ventaja de estas apps es que los expertos en marketing del partido pueden establecer certeras mediciones sobre el éxito y el alcance de las ideas del partido; es decir, el crecimiento de su número de afiliados. Todo vale, incluso una app con galería de fotos para inmortalizar la presencia creciente de los asistentes y realizar comparativas temporales.