25 febrero, 2018
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Por Pedro Taracena Gil
¿SE PUEDE O SE DEBE CUESTIINAR LA FUNCIÓN DE ÁRBITRO DEL REY DE ESPAÑA Y LA POLÍTICA DEL GOBIERNO DEL PARTIDO POPULAR?
DEBATE:
- El Rey Emérito Juan Carlos I juró los Principios del Movimiento que legalizaba su condición de Rey. De dudoso origen y legitimidad dinástica.
- El Rey Felipe VI tampoco ha condenado la dictadura; homologándose con las fuerzas que tuvieron el mismo origen que la legitimidad de su augusto padre. Franco designó Juan Carlos I y Fraga ministro de la dictadura creó Alianza Popular en el mismo seno del franquismo, que luego pasó a denominarse Partido Popular.
- El Rey y el triunvirato constitucional no están interesados en desatar lo que quedó atado y bien atado en la Constitución tutelada del 78. Felipe VI es natural y comprensible que abrece el testamento de Franco: ESPAÑA UNA GRANDE Y LIBRE. La cuestión secesionista supone un jaque al rey, y un hipotético referéndum para decidir, un jaque mate a la Corona.
- No podemos rasgarnos las vestiduras porque ante la amenaza secesionista, el Rey inclinara su balanza del mismo lado que el Partido Popular (Neo-Franquismo). Pero hubiera sido un Rey de “todos” los españoles si se hubiera decantado por un arbitraje obligando a “todos” a dialogar y negociar las reformas urgentes y necesarias en nuestra ya desfasada Carta Magna. Sin embargo Felipe VI ha confundido la Constitución Española con el Credo de Nicea.
- Así las cosas, los políticos han apostado por adorar la Constitución Española como si fuera un Becerro de Oro. Es el nuevo Mesías Salvador. Al igual que el dogma nos salva, su articulado traerá la concordia a los españoles. Sobre todo el artículo 155.
- No es difícil saber qué es lo que España no puede soportar por más tiempo. Mejor dicho son los españoles los que no debemos de soportar más… Unos Medios de Comunicación impostores del periodismo, corrompidos por el corporativismo y con total ausencia de autocrítica. Constituyen el nuevo NODO que se encarga de la propaganda del régimen del 78.
- No hay separación de poderes. La política está judicializada y la justicia politizada. Con demasiadas influencias machistas, franquistas y del nacional-catolicismo. El Fiscal General del Estado es el Fiscal General del Gobierno, sin duda. El bipartidismo tergiversó el artículo 124 de la Constitución.
- La corrupción sistémica y generalizada ha convertido al Partido Popular en una auténtica banda para delinquir. Nos desgobierna una mafia criminal. M. Rajoy está como cobrador de sobres en B en la misma relación que otros procesados. Pero el Fiscal jamás podrá procesar a su jefe. El Rey es inviolable y el Gobierno también.
- El Gobierno del PP ha cometido crímenes de varias naturalezas: Crímenes por su corrupción negada hasta límites infinitos. Su política es la gran mentira apuntalada de embustes. Y luego crímenes directos contra la población. Es decir, crímenes legales a las órdenes, no lo dudemos, de la augusta Merkel. Su política de recortes ha provocado: Paro, desigualdad, hambre, pobreza infantil, pobreza energética, éxodo de investigadores, emigración de la juventud, abandono de los dependientes, muertes prematuras por falta de medicamentos…
- La política española está instalada en la vida en la mentira. Como escribe Vaclav Havel en su libro El poder de los sin poder. En Rey y los constitucionalistas está defendiendo la Constitución para salvar la unidad de España como si fuera un bien a proteger, y no han defendido los derechos constitucionales de los ciudadanos, ante las agresiones de los mercados. Qué credibilidad tiene Rajoy y sus secuaces cuando ahora defienden la Constitución machacando y humillando a un pueblo con el artículo 155, y vienen tanto el PSOE como el PP de cometer crímenes legales con los recortes y las reformas laborales, los unos y los otros y la reforma constitucional del PPSOE al dictado del BCE.