Hoy la noticia del día es la bajada del paro que se ha dado lugar en el mes de febrero. El paro descendió en 6.280 personas y la Seguridad Social sumó 81.483 afiliados, un dato que no veíamos en el mes de febrero desde hace ya once años. Pero no nos engañemos. Los datos son una simple ilusión de que las cosas van mejor. Como diría el célebre Julio Iglesias: la vida sigue igual. Pero igual de costosa.
En primera instancia, hay que recordar que estas cifras son como los trabajos creados en el mes de febrero, temporales; ya que el sector donde más ha descendido el paro es en el de los servicios. Así que teniendo en cuenta la temporalidad, añadiendo las condiciones laborales precarias de nuestros trabajadores, sumado a las horas extras no retribuidas, esta bajada considerable del paro no es otra cosa que un brindis al sol.
Pero eso no es todo. Les recuerdo que en el pasado año los salarios tan solo subieron un 0,2%, mientras que el IPC, o en cristiano, los precios; subieron un 2%. Diez veces más que los salarios. Así que ya podrán deducir por ustedes mismos que a pesar de que los españoles tengamos trabajo, éste además de ser escaso, efímero y precario es insuficiente para sobrellevar una vida digna. Cada vez la vida está más cara, pero los salarios no se ajustan a la misma. De ahí que hombres y mujeres tengan que sostener su vida a base de más de un puesto de trabajo, mañana y tarde laborando y luego atender los quehaceres del hogar, y si ya hay niños de por medio, apaga y vámonos. Los españoles son todo unos superhéroes.
Como también lo son los jubilados que están luchando por unas pensiones dignas, sin color político alguno, a pesar de que más de uno y más de dos partidos se han intentando apoderar del movimiento y la resignación. Es evidente que, como comentaba con anterioridad, los salarios no se ajustan a los precios que debemos desembolsar, pero es que tampoco se ajusta en el caso de los pensionistas. Es evidente, que habría que ligar el índice del IPC a la subida de las pensiones, pero Montoro, ha calificado este hecho de anticuado y vetusto. Sin lugar a dudas, lo antiguo, a mi entender, son los desorbitados salarios que ostentan todos los meses nuestros políticos, no reclamar unas pensiones dignas, tanto para el presente como para el futuro.
Tomemos como ejemplo al paradigma del ahorro, a aquella que día sí y día también nos da lecciones de cómo, cuándo y dónde tenemos que ahorrar. Hablamos de Celia Villalobos. Pues bien, su sueldo anual es de 85.800 euros, de los cuales 25.000 están totalmente libres de impuestos. Para empezar, recibe un sueldo de 2.842 euros brutos al mes por ser Diputado en el Congreso, como presidenta de la Comisión del Pacto de Toledo, donde se debate y deciden los cambios en materia de pensiones, percibe nada más y nada menos que 1.445 euros, y por ser diputada por una provincia diferente a la de Madrid obtiene una indemnización libre de impuestos de 1.842 euros al mes. Que quieren que les diga, a mí también me sobraría dos euritos como bien dice ella para ir ahorrando todos los meses, y así cuando llegue el momento de jubilarme, tener un buen complemento.
Así que ya lo ven, unos siguen empobreciéndose cada vez más mientras unos pocos siguen lucrándose con una magnitud descomunal. Eso sí, ya les aseguro que en cuanto a las pensiones se refiere, por irrisoria y paupérrima que sea la subida el Gobierno del Partido Popular, las subirá, y no por justicia o por ecuanimidad, sino más bien, las subirá debido a que su gran masa de votantes está en los pensionistas, y cabe recordar, que los políticos no se mueven por otra ambición que la de los votos.