Pedro Taracena Gil
El oligopolio formado por las empresas energéticas, viene de lejos. La oligarquía imperante en España en 1936 fue quien financió el golpe militar de Franco, y administró España durante la dictadura, apoyando al dictador en su régimen autárquico, como si de un botín de guerra se tratara. Las compañías fueron intocables siempre. La Transición las consideró sagradas y el bipartidismo fue cómplices de sus fechorías, entrando en la perversión de las puertas giratorias.
Ahora el oligopolio energético es el causante de los crímenes cometidos como consecuencia de la pobreza energética. Con la humillante complicidad del Gobierno franquista del Partido Popular y del Partido Socialista Obrero Español. El Gobierno de Rajoy con el apoyo abstencionista del PSOE, está añadiendo a los crímenes de los recortes, con resultado de miseria, hambre, desigualdad y muerte, también, los crímenes que provoca la pobreza energética.
Pero este breve artículo es considerado como populista, radical, extremista, violento y hasta anti sistema. Mientras, por ejemplo, el cacique Don Felipe González Márquez, acusa de populista a UNIDOS PODEMOS y va como Caudillo Salvador en auxilio de la falta de democracia en Venezuela.