Pedro Taracena Gil
Los Medios de Comunicación privados y públicos han establecido el NODO de la Transición. Noticias y Documentales que en plena era digital tienen copada la propaganda del Régimen del 78. Evidentemente financiados por la misma Oligarquía que ayudó a Franco para que triunfara como generalísimo invicto, Caudillo de España por la Gracia de Dios, con la bendición de la Iglesia. Las Redes Sociales son el único látigo para fustigar al Gobierno.
Estos medios impostores del periodismo, son los que habitualmente silencian los aspectos negativos de la Corona (Familia Real), apuntalan con embustes las mentiras del Gobierno y apoyan al Rey y a su Triunvirato, formado por el PP, el PSOE y C’s. Todos muy constitucionalistas ellos, dependiendo de qué es lo que les interesa defender más de la Carta Magna. Están cínicamente convencidos de que el artículo 155 de la Constitución será la salvación de la Unidad de España y la solución del conflicto catalán.
¿Con qué legitimidad el Estado encierran en las cárceles a los secesionistas después de haber dejado impune el genocidio franquista?
El Rey ha perdido los papeles que la Constitución le otorga como árbitro y se ha convertido en títere del PP y marioneta a merced de una Justicia politizada y una Fiscalía que depende del Gobierno.
¿Quién ha tirado la primera piedra desde las barricadas del Gobierno? Pues el Fiscal a las órdenes del Ejecutivo. La Guardia Civil ha confeccionado los atestados y los jueces han hecho el trabajo sucio y el limpio a la vez. El Presidente del Gobierno y la Virreina de Catalunya, solamente han provocado más odio. Han abierto más brecha entre los catalanes y entre los españoles. La legalidad no solucionará el conflicto porque estas leyes no están acompañadas de legitimidad. La Constitución fue tutelada por los que ahora niegan que se deba modificar. El Rey y su Triunvirato han sembrado el odio por doquier.
La unidad de España es una mentira. Ese fue el testamento que dejó Franco al Rey Emérito, éste de dudosa legitimidad. ESPAÑA UNA GRANDE Y LIBRE.
En el Estado español conviven varias naciones, no nacionalidades: ¡NACIONES! Luego negar que el Estado sea una realidad plurinacional, es mentir y creerse sus propios embustes. No todos los ciudadanos que viven en el Estado aceptan ser españoles por imposición. Es evidente que el Rey, la Bandera y el Himno, no gozan de aceptación unánime. Es normal que piten en los estadios su disconformidad y quemen fotos como signo de rechazo.
Yo me considero español de nacimiento, catalán me viene por vía emotiva y sentimental. He vivido los años de la Transición en Catalunya y tengo una hija catalana de nacimiento.
Mi bandera no es ni la franquista del «aguilucho» ni la constitucional que solo le han lavado la cara a la bandera del Movimiento Nacional. Mi bandera es la Republicana.
Otro concepto es la patria y el patriotismo o patrioterismo. La patria es la tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos. Pero no todos a la vez.
En los países de nuestro entorno sí se da la casi unanimidad del pueblo con el sistema político, la jefatura del Estado, la bandera, el himno, la nación y la patria. Pero en España eso es imposible. Quien verdaderamente rompió España fue Franco en 1936. Y hasta nuestros días España ha sido gobernada por los vencedores, como si de un botín de guerra se tratara.
Yo me niego a que mi sentimiento patrio sea el de Rajoy. Rechazo un Rey impuesto por un sanguinario dictador. Pertenezco a una familia represaliada, encarcelada y asesinada por ser republicanos. Según Esperanza Aguirre somos un aquelarre de carcamales resentidos. La reconciliación nacional es una signatura pendiente.
Como yo hay muchos españoles ¿Qué van a hacer con nosotros?
PUBLICACIONES DE PEDRO TARACENA EN «ECO REPUBLICANO»