A través de su secretario general, Pedro Velásquez, la directiva regional del MAS en pleno expresó su solidaridad con toda la clase trabajadora del país tras los anuncios realizados por Nicolás Maduro este primero de mayo, cuando lejos de ofrecer soluciones a la grave situación que se vive en cada uno de los hogares venezolanos, por el contrario, se agudizó aún más la pretensión del control social desde Miraflores.
El mandatario nacional de forma pública violó lo establecido en el artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en el cual se expresa la palabra “salario” no bono, a su vez que este sea “…suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales…” y nos encontramos tras el anuncio lejos de tener la posibilidad de llevar una vida digna. Es importante comprender la frase: “Se garantizará el pago de igual salario por igual trabajo” establecida en el mismo artículo 91, en ningún momento establece la bonificación como base del ingreso, ya que es el salario el cual trae consigo beneficios como prestaciones sociales, vacaciones, utilidades, aguinaldos, entre otros y que quien se hace llamar “Presidente Obrero” prácticamente las acabó con la firma de un decreto salarial que desconoce los derechos de nuestra clase trabajadora.
Por todo lo anteriormente expresado, en el MAS de Mérida, nos oponemos rotundamente a la violación de los derechos de nuestra clase trabajadora, jubilados y pensionados a nivel nacional, alertamos sobre estas nuevas prácticas de neoesclavitud que se pretenden imponer en Venezuela, chantajear por medios de vida, como parte del diseño electoral para el año 2024.
Debemos comprender que el único medio posible en Venezuela para tener una vida digna es a través de un cambio, pero este debemos darlo juntos, sin peleas, sin discriminación, sin ofensas. En Venezuela, todos los trabajadores padecemos las consecuencias de esta monumental crisis, por lo que nos sumamos a apostar a un mejor país donde cada venezolano se sienta identificado y se sienta parte de este proceso histórico que debe darse desde nuestros hogares, nuestras comunidades, municipios, estados y nuestros centros de trabajo, todos unidos por un fin común, dejar cualquier diferencia atrás y dedicarnos a construir el país que todos queremos.