‘Catorce años de silencio’, del experimentado y multifacetico autor Israel Esteban, rompe todos los moldes. Luego de varias performances y puestas en escena en la vía pública, alcanza el número Uno en varias categorías en Amazon. Un libro de Ciencia Ficción diferente y arriesgado.
Israel Esteban, en una entrevista sobre Catorce años de silencio, manifestó que “la novela abarca tantos temas que resulta extremadamente complicado etiquetarla y posicionarla en un único lugar. Es un despliegue de pirotecnia verbal que hace que el lector pase por todos los estados de ánimo posible”.
El punto de partida de Catorce años de silencio se organiza sobre una pregunta, un disparador: ¿qué haría el lector si estuviera en su casa y, de pronto, recibiera la visita inesperada de un viajero del tiempo?.
Un hombre peculiar, hambriento de panecillos de leche, que se presenta diciendo ser descendiente suyo. Pero, ese es solo el punto de partida, puesto que el hombre del tiempo tiene un mensaje importante que trasmitir: el planeta está a punto de perecer. A partir de allí, el devenir de la novela funciona casi como una novela por entregas o un diario donde el lector deberá encontrar todas las respuestas que ha estado buscando el ser humano a lo largo de la historia, con el fin de salvar la tierra, ¿o a nosotros mismos?.
Mediante una estructura irreverente, Catorce años de silencio es una novela de ciencia ficción curiosa, arriesgada, nada complaciente con el lector -a quien obliga a pensar, a implicarse, con una trama ambiciosa-, presentada como un volumen de crónicas que Darío, el visitante del futuro, entrega a su antepasado escritor. En términos gráficos, Catorce años de silencio funciona como una de esas películas que no dan un segundo de respiro, empeñadas en mantener al espectador atornillado a la silla y desbordante de originalidad y teatralidad.