El tribunal que juzga la Gürtel y que citó a Rajoy como testigo, acaba de emitir un auto denegándole el poder declarar por videoconferencia y exigiéndole que vaya a declarar a la sala. El ciudadano Rajoy será tratado como un ciudadano más para poner en la picota al presidente Rajoy. Así de simple.
Es verdad que los motivos aducidos por Moncloa, agenda, seguridad y gasto de recursos públicos, disfrazaban lo que realmente les preocupaba, la pena de telediario, y se lo han puesto relativamente fácil al tribunal para razonar en contra de estas alegaciones y decide hacerle comparecer en vivo. Los Magistrados, una vez refutados los argumentos por los que se pedía intervenir en videoconferencia, recuerdan que Rajoy debe comparecer como “ciudadano español” en calidad de testigo, si bien consideran procedente “adoptar cuantas medidas sean necesarias para preservar su imagen institucional”, curiosa prevención si se trata solo de un ciudadano normal. Eufemismos de Moncloa para alegar, eufemismo del Tribunal para razonar el auto de la respuesta.
Recordemos que esta citación ya vino precedida de sus más y sus menos, y al final la obligación de que sea presencial también, dados los precedentes, Artur Mas, Iñigo Errejón, Carolina Bescansa y muchos más lo hicieron en plasma, y que ni siquiera ha habido unanimidad del tribunal al negárselo a Rajoy.
No entiendo nada. Citar al ciudadano Rajoy al tribunal, ¿no busca mandar al Presidente Rajoy al “circo”? ¿Alguien me lo explica?