El diputado de Esquerra Republicana de Catalunya, Gabriel Rufián, presentó un discurso en la investidura de Mariano Rajoy, denunciando en el Congreso de los Diputados lo que el resto cayó. Se dieron por muy ofendidos en la bancada socialista y estuvieron arropados por los populares y los diputados de Ciudadanos.
Como exmilitante y exvotante del PSOE, que no como exsocialista, estuve y estoy en total sintonía con el contendido completo del discurso del diputado de ERC. Más aún, porque soy de la quinta de Afonso Guerra y contemporáneo de la generación del cacique Felipe González. Aunque Rufián podría ser nuestro hijo, el joven político está muy bien informado. A los diputados del PSOE se las han caído de las siglas, la S, la O y la E. Y puede ser que el contenido del discurso sea fuerte y mal sonante, pero exento de mentiras y proclamando la verdad.
Ofendidos los socialistas y atacando a Gabriel Rufián, no se borran las fechorías que han hecho con su partido, el capo cacique Don Felipe González Márquez y las baronesas y barones del partido fundado por Pablo Iglesias. Las palabras del joven diputado fueron el detonante para que el PP arropara con aplausos al PSOE y el viejo bipartidismo se viera reforzado por los monaguillos de CIUDADANOS, que hicieron de acólitos en las dos intentonas de investidura. Con el socialista Pedro Sánchez y el franquista Mariano Rajoy.
El hemiciclo no está acostumbrado a escuchar los discursos de Gabriel Rufián, Alberto Garzón y Pablo Iglesias. Pero no hemos hecho nada más que empezar. La Transición se cerró en falso y poco a poco se irá demostrando que de modélica no tuvo ni el nombre.
No es necesario ser profeta mayor para predecir que, Mariano Rajoy no va a permitir que la oposición eche abajo sus cuatro años de legislatura tirana y déspota. Y que el PSOE tampoco se va a oponer a quien fue su aliado en el 135 de la Constitución y en votar siempre con el PP en Europa. El PSOE odia a UNIDOS PODEMOS y jamás reconocerá que tienen casi los mismos votantes. Sacará a duras penas los presupuestos para 2017, pero después disolverá las Cámaras. Ganará las elecciones, quizás, con mayoría absoluta. La segunda fuerza será UNIDOS PODENOS, y lo que quede del PSOE, será la tercera fuerza. No obstante, los capos del PSOE seguirán diciendo que el culpable de todo fue Pablo Iglesias.