Iglesias y Garzón. Dios los cría y ellos se juntan. Disculpen lo que parece una irreverencia, es un refrán solamente, no tengo clara la responsabilidad del Altísimo en esta cuestión. Lo que si tengo claro es que, fruto del interés de los líderes, insisto en lo de los mandamases, de Podemos y de IU, se va a producir una confluencia electoral para, siendo más, comerse al PSOE; si bien tiene el problema de que este ‘pacto del botellín’ sitúa a Podemos no entre ricos y pobres sino en la extrema izquierda.
La ley electoral española, sobre todo por la distribución provincial de escaños, hace que muchos votos de una formación no mayoritaria, se queden sin traducción a escaños. Tradicionalmente IU ha sacado muchos más votos que escaños precisamente por la existencia de estos restos. Los expertos saben, provincia a provincia, que pasa y han calculado que, los restos de Podemos y de IU, pueden sumar varios escaños que de otro modo se perdían. Si a esta mejora en el resultado, unimos que IU económicamente está más tiesa que la mojama, llena de deudas y con una muy difícil financiación para una nueva campaña, entenderemos el porqué de este repentino matrimonio de conveniencia. Juntos esperan sumar más, adelantar al PSOE, financiar la campaña y, sobre todo, salvar el pompis de sus líderes.
No entiendo nada. ¿Qué ocurrirá si los votantes no suman y, tal como les pasó a Almunia y Frutos en su momento, les dan la espalda? ¿Alguien me lo explica?