Cuando hablamos de Dios hay que dejar claro a que nos referimos, a veces se producen debates y ambas posturas defienden el mismo planteamiento pero uno cree en una «Inteligencia Superior» y otro le llama Dios a esa inteligencia, de ahí que hay que dejar bien claro lo que entiende cada uno por Dios. En nuestro caso cuando hablamos de Dios no estamos refiriendo a un creador, a esa inteligencia superior o que cada uno la llame como quiera, pero no estamos defendiendo ninguna religión en este momento. Ya haremos de abogado del diablo en otro momento.
Evidentemente los argumentos que sostienen las creencias de cada uno son subjetivos, pero aun así intentaremos dar nuestro punto de vista de porque creemos en Dios, y ya defenderemos en otro momento la postura del Dios que se nos presenta en La Biblia. Cada uno tiene su postura, y al igual que en el fútbol, quién ve penalty ( en la típica jugada dudosa ) no va a cambiar de opinión porque los demás le digan que no, pues con las creencias pasa exactamente lo mismo, son subjetivas y hay que respetarlas, y compartirlas al menos que tu argumento y pruebas racionales puedan demostrar lo contrario. Sí eres ateo fijo que te gusta debatir, al igual que sí crees en un creador y sí eres de los que crees simplemente por la fé, tampoco estás aparte de opinar sobre lo que vemos o conocemos.
1. Las similitudes desde el – ∞ al ∞ son sorprendentes. Incluso dejando a un lado las similitudes, las cuáles no son pocas y más que impactantes, no hemos ni siquiera llegado a conocer la unidad de materia más pequeña ni mucho menos la más grande. Hace años el átomo parecía la unidad de materia más pequeña, después el átomo tenía electrones, protones y neutrones, y cuando pensábamos que ya conocíamos el significado de lo más pequeño, nos encontramos con un universo dentro de un átomo.
La magia del ∞ dentro de cada número me parece un símil perfecto para argumentar lo siguiente. Al igual que no conocemos la unidad de partícula más pequeña posible ni la más grande, también nos encontramos ese «magia» dentro de cada número. Pongamos como ejemplo cualquier número natural, es sabido que su sucesión tiene hacía el ∞ ( 1, 2, 3, 4, ….. ) , pero cualquier número tiene dentro de sí infinitos números e infinitas posibilidades. Es decir, 1,1 ; 1,2 ; 1,3 ; 1,4, …….. etc…. pero lo mismo ocurre sí empezamos en el 1,2387 , ya que este número contendría el 1,233871, 1,23872, 1,23873, etc…, etc…..
2. Las leyes que rigen el universo son demasiado perfectas para ser fruto del azar. Sí damos por buena la teoría del multiverso, por estadística acabaría dándose la probabilidad de un universo perfecto para la vida, incluso donde solo un planeta pudiese albergarla, pero a fin de cuentas y dando por buena la teoría, haría falta la figura de un primer universo y como tal, ese universo necesitaría de un creador. Por no decir que imaginar una serie de universos tras otros, en los que ahora mismo estás leyendo este párrafo y en otro no acabaste de leerlo, como que en otro lo sigues leyendo solamente dos palabras más, requiere también de una gran fé en algo inteligible, además de guardar una gran similitud con el punto anterior y la división de cada número en una sucesión de infinitos números.
3. Cada vez que el sector de la Ciencia denominada «ateísmo científico» piensa que está a punto de demostrar la inexistencia de Dios, aparece otra frontera todavía más misteriosa que la anterior. Como sí alguien hubiese puesto ahí ese puzzle para ver quién lo logra comprender, o como señal para decirte que jamás sabrás sí fue primero el huevo o la gallina. Sea dicho y hay que recalcar, ni todos los científicos son ateos ni mucho menos, nos referimos a ese sector, minoría o mayoría, pero es un grupo tan real como estas palabras.
4. Sí somos simplemente «células» conscientes del universo, deberíamos conocer nuestra función, al fin y al cabo una célula sí sabe su función, da igual que una célula no sea consciente o sean conscientes como dicen algunos científicos hoy en día, todas ellas conocen su función y nosotros no la conocemos, al menos como se nos educa en la sociedad actual desde que nacemos hasta nuestra vejez.
5. El único «animal» racional es el ser humano. Según la evolución de las especias ( la cuál obvia algunas o pasa por encima como con los dinosuarios ) hay especies que llevan más tiempo en la faz de la tierra que el ser humano, muchísimo más, entonces ……. ¿ Porqué el ser humano es el único animal racional y probablemente consciente ? , o al menos es la única especia que demuestra este don. Lo que es irrebatible es que el hombre es el único «animal» que controla los instintos más básicos o al menos que puede hacerlo, un animal con hambre sí le presentan comida pierde cualquier contacto con el entorno y se centra en comer, pero el hombre es capaz de pasar sin comer para que coma su amigo, hijo, esposa, etc… es decir, el prójimo.
6. La más que conocida y debatida primera Causa. El mejor referente para explicar esto es Santo Tomás, aunque su obra se divide en varias partes, todo viene a decir que un efecto es precedido de una causa, y por pura lógica, necesita haber una primera causa.
7. Dando por buenas las teorías que provenimos de una raza extraterrestre, bien sea por la panspermia, un «superordenador», que nos hayan visitado o cualquier teoría, incluidas las más estrambóticas, en cualquier caso seguiría faltando el creador, y el concepto de primera causa como algo inteligible. Y en un universo tan perfecto, grande y que aun más en el caso de existir otras civilizaciones el único misterio inalcanzable para nuestro intelecto fuese el de Dios, invita a pensar que ese Dios ha diseñado así el tablero de juego.
8. El experimento de los taquiones. Al parecer se ha conseguido lograr aislar un espacio a escala subátomica sin influencia de ninguna interacción, y digo al parecer porque en estos temas hay que ser prudentes. De ser así, en este plano aislado reinaría el caos, a diferencia del nuestro, no habría reglas o leyes que gobiernan nuestro universo, lo que a muchos parece una de las mayores pruebas científicas a favor de la existencia de Dios.
9. El Bien y el Mal. Dejando ya a un lado aspectos más «científicos», y aunque se ha intentado decir que el bien y el mal son conceptos relativos, para nada es así en la realidad. Obviamente sí hay conceptos relativos, pero pongamos por ejemplo los Diez Mandamientos y aquí sí estaríamos entrando en una Religión, pero como hemos dicho, por usar diez argumentos que todos conocemos. ¿ Acaso alguien puede decir que lo que dicen los mandamientos es hacer el mal ? …….. en este caso no hay relativismo, matar está mal, engañar, etc….. y cada uno lo sabe en su interior e incluso cuando nos equivocamos buscamos justificaciones, pero sabemos que está bien y que está mal.
10. En breve ……… continuaremos.