Congreso de los Diputados (Ampliación)
Foto: Pedro Taracena Gil
El artículo 6 de la Constitución Española establece que los partidos políticos en: Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos. No es necesario estar muy avezado en los hábitos y costumbres de los políticos para conocer que han funcionando por pura inercia y tampoco hay ningún organismo que les controle dentro del propio Congreso de los Diputados. El PP mantiene el mismo corte despótico y totalitario que le infundió su padre fundador, Fraga Iribarne. Ínclito e insigne ministro del dictador, del cual los populares han heredado el déficit democrático, por no decir el hábito dictatorial. En palabras de la lideresa Esperanza Aguirre, en el PP ha funcionado el dedo divino.
El PSOE defiende la estructura democrática de su partido, pero esta falacia supone una hipocresía porque han consultado con las bases en primarias, pero Pedro Sánchez decidió que su dedo divino defenestrara a Tomás Gómez y lo hizo. En estos días hemos visto cómo la democracia del centenario partido saltaba por los aíres en Ferraz: golpe de estado, traición, pucherazo, y lo que es más grave no están interesados en consultar a las bases el tema de la abstención. El motivo es que las bases no saben lo que pasa y no están preparadas para votar. Los caciques o barones del PSOE están afectados por un ataque de pánico a la democracia que establece la Constitución. Esto les hace bloquear a Pedro Sánchez para que no pueda surgir de sus cenizas y que los militantes digan “No es No” a Rajoy. El capo histórico del partido y los barones y baronesas, ya habían urdido un plan para que el bipartidismo siga haciendo de las suyas en España y en Europa. El artículo 6 de la Constitución seguirá inédito, al menos en estos dos partidos.
Otro artículo de la Constitución nos permite comprobar hasta dónde llega la interpretación torticera que los partidos hacen de este precepto, se trata del artículo 79. En el apartado 3 dice tajantemente: El voto de los Senadores y Diputados es personal e indelegable. Si es personal el diputado y senador asumen como propia la decisión y responsabilidad sobre qué votar. Si es personal, debe de estar por encima del partido. No obstante sobre todo estos dos partidos, se han sacado de manga la disciplina de voto. En el caso de los socialistas díscolos pende sobre ellos una multa o la expulsión del partido. No se puede interpretar de peor manera el apartado 3 del artículo 79. Pero aunque PODEMOS no ha impuesto esta perversa costumbre, al PP y PSOE les interesa mantener en silencio esta diferenciación.
Aunque sea legal, estas perversiones de los artículos 6 y 79, convierte a los partidos en pequeñas dictaduras. En lugar de ser escuelas donde se hable de libertad igualdad y democracia.