Fotos: Alon Albergu
Algo se está moviendo en los medios de comunicación, que hace tambalear su perverso corporativismo anclado en la Transición. En estos días los medios están despidiendo masivamente a periodistas. Está surgiendo un viento fresco con la ineludible y ansiada crítica. Pero queda mucho por hacer hasta llegar a conseguir el derecho constitucional a una información independiente, plural y veraz.
Es un vergüenza nacional que se haya construido con los medios de comunicación públicos un auténtico monopolio de la “desinformación”. Pero esta fechoría corrupta se ha extendido a un oligopolio de los principales medios de ámbito nacional, constituido como un auténtico grupo de presión.
Su objetivo es evidente, calculado y antidemocrático. Cortar el acceso a cualquier parcela de poder, a las fuerzas políticas emanadas del Movimiento 15-M.
En retaguardia de esta batalla elaborando el arsenal de la propaganda se sitúan: LA RAZÓN, EL ABC, EL MUNDO y EL PAIS. De igual modo toda la prensa económica como no podía ser de otro modo. Hay que salvar los valores de la Transición, sobre todo los valores económicos del neoliberalismo reinante. Con el material elaborado en las redacciones de estos periódicos, los esbirros impostores del periodismo, manipulan la información.
Recogen el guante de esta doctrina de pensamiento único, las cuadrillas de Musas del PP, Voceros del Régimen del 78 y los Boceras del Reino. Estos escuadrones de la “desinformación” o de la información tóxica están enclavados en las trincheras de los telediarios y en las barricadas de las tertulias televisivas. Esta misma propaganda es utilizada en las cadenas nacionales, tanto públicas como privadas: ANTENA-3, TELE-5, LA CUATRO, LA SEXTA y por supuesto las autonómicas.
Este oligopolio es correa de transmisión de todos los partidos del pacto 170 que votaron a favor de Rajoy y en menor medida de los 180 que le dieron el no, en el Congreso de los Diputados. Los cuatro partidos con más peso político son: El Partido Popular, extrema derecha, Ciudadanos derecha, el Partido Socialista Obrero Español, socialdemocracia y UNIDOS PODEMOS, izquierda. El lector queda en libertad de poner el prefijo que indique la contaminación anterior o posterior al inestable espacio del centro, de la moderación o de la centralidad.
Es evidente que La Casta instalada en el bunker de La Caverna se homologa con el oligopolio de la intoxicación informativa. Es decir, PP y Ciudadanos, considerando la ambigüedad del PSOE en ciertos aspectos. Pero quienes están enfrente dentro de los 180 diputados del no, son las nuevas formaciones integradas en UNIDOS PODEMOS.