Hace un tiempo relaté cual fue el dia mas triste de mi vida,cuando escuche de boca de la veterinaria que había que sacrificar al perro que convivio conmigo desde su nacimiento,mientras yo atendía las indicaciones,barroco que así se llamaba mi mascota, me miraba como advirtiendo de que iba la conversación con aquella chica de bata blanca.
La sentencia de muerte se pospuso para la semana siguiente,barroco se merecía una semana mas de cariño extremo por mi parte, aunque tratabade no llorar delante de el,la verdad es que se me secó el lagrimal y se ensanchó el compungimiento.
Desde esos días me convertí en animalista,en eso dias de amor brutal nacieron mis odios a los toreros,banderilleros , picadores y en general al llamado mundo del toro.
En la vida real soy tolerante y me reservo el derecho de admisión a entrar a debatir sobre temas de actualidad a la sombra de un café,pero mi mala leche eclosiona cuando un espabilado trata de rebatir mi exacerbado cariño por los animales con la argumentación de que como pollo o cerdo Ibérico,como con esa abstracción intelectual hubiera descubierto la piedra filosofal que anula mis disquisiciones afectuosas.
Pasa exactamente lo mismo que cuando opino de política sobre un tema cercano y la dialéctica coje un avion y me aterriza en Caracas,para hacerme un tierra hostil,cual NoDo antes de comenzar la película.
Así que antes de desearte que pases una feliz noche de viernes os recuerdo que aqui teneis un amigo de los animales y tuyo tambien,un abrazo.
Sendero Barroco ®