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La agencia de rating DBRS no ha tardado ni 24 horas en aventurar que el nuevo presidente del Gobierno se verá forzado a convocar unas elecciones anticipadas en los próximos meses, dada su “capacidad limitada para dirigir las políticas más allá del corto plazo”.
La agencia de rating considera que la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa tras la fulgurante moción de censura sobre el anterior presidente, Mariano Rajoy, abre “otro capítulo de incertidumbre en España”.
La agencia de rating considera que se abre “otro capítulo de incertidumbre en España”
Sin embargo, rechaza que el nuevo gobierno pueda incrementar los riesgos fiscales, gasto, deuda y déficit con el sometimiento de su política a los Presupuestos Generales recientemente aprobados por el Partido Popular, razón por la que mantiene estable en “A” el rating asignado al Reino de España.
¿No es posible que intente unos nuevos presupuestos?
Da la impresión de que esta agencia de calificación crediticia no considera que pueda llegar a producirse lo que alguno de sus socios, en particular, Podemos le ha reclamado ya en el trámite de la moción de censura: elaborar unos presupuestos nuevos y rechazar los del PP para permitir hacer una política acorde con sus exigencias.
Unas exigencias que no sólo llegarán del partido que lidera Pablo Iglesias sino del resto de sus socios en el camino a la Moncloa: por parte de ERC y PdCat, el levantamiento del artículo 155 y de los controles sobre el gasto de la Generalitat de Cataluña, lo que en la práctica podría traducirse en el lanzamiento de la traída y llevada “Hacienda catalana”; pago de los más de 500 millones de euros concedidos por Rajoy al PNV en los presupuestos ya aprobados…
Pueden aparecer otras reclamaciones: derogar la reforma laboral, más impuestos y más gasto público, subsidios y, por qué no, alguna forma de “renta básica”
Todo ello sin contar las numerosas reclamaciones de Podemos en otros momentos y que ahora podrían tomar cuerpo: derogación de la reforma laboral, subida de impuestos de alguna forma a las rentas más elevadas y a los rendimientos del capital, mayores gastos de los previstos en la sanidad y la educación publica, mayores subsidios a desempleados, emigrantes y, por qué no, alguna fórmula que se acercara a la “renta básica”, eso sí con restricciones.
Y, además, a toda prisa, porque saben todos que hay poco tiempo. No ya los dos años cortos que restarían hasta el final de la legislatura sino que son conscientes de que va a resultarle a Sánchez muy difícil cumplir este plazo y se verá obligado a anticipar las elecciones.
Las preguntas del millón
¿Cuanto resta hasta unas elecciones anticipadas? Esa es una de las preguntas del millón, pero nadie puede descartar que no pueda llegar siquiera a cumplir la mitad de lo que resta para el término de la legislatura. Algunos creen incluso que las elecciones podrían llegar en torno a las próximas navidades.
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