Si nadie lo remedia, mejor dicho, si Pedro Sánchez no lo remedia, ni segundas ni terceras, iremos probablemente a unas quintas elecciones. De elección en elección hasta que alguien, probablemente Rajoy, consiga, solo o con Ciudadanos, la mayoría absoluta. Pedro Sánchez, o el PSOE en su defecto, sabrá lo que hace.
Es evidente, después de seguir con esforzada atención el debate, que ahí nadie baja del burro. Son discursos a la grada que buscan fundamentalmente el aplauso de los propios y quizás, si hay suerte, un titular exitoso en un periódico o un corte brillante en radio o tele.
Rajoy, a pesar de lo que digan, para mí ha estado en su sitio. Tiene que defender lo hecho como positivo, aunque mejorable, y tiene que lanzar los tejos a un personaje que le repugna, a Sánchez, poniendo buena cara y tragándose lo que sus vísceras le piden. Después de intentar la coalición rebaja sus pretensiones a simplemente que le dejen gobernar, dado que ha ganado y refrendado su victoria en las segundas elecciones, explicando que dejar formar gobierno no es cogobernar.
Sánchez, simplemente no da para más. Justificar el “no es no” es más que difícil cuando vas de derrota en derrota. Si el gran argumento es que son la alternativa, y por tanto jamás podrán facilitar nada, habrá que cambiar el modelo electoral o ir a tantas elecciones como sea preciso para que uno no necesite ni el respirar del otro para gobernar.
No entiendo nada. ¿Están debatiendo para desbloquear la situación o lo hacen para perder y hacernos perder el tiempo enrocándose en lo ya vivido? ¿Alguien me lo explica?