Ya sé que hoy el Rey firma el decreto de convocatoria de nuevas elecciones, dado que nuestros políticos han sido incapaces de ponerse de acuerdo en formar gobierno. Ya sé que ayer, dos de mayo, empezó la campaña para que las líneas rojas, sobre todo la que el PSOE de Sánchez pone al PP de Rajoy, desaparezcan, a pesar de que el líder socialista parece empeñado en mantenerla, haciendo así casi inútil una nueva convocatoria para, por fin y a la segunda, tener gobierno. Ya se todo esto pero, al igual que a muchos de nosotros, estoy bastante harto de este jueguecito de intereses personales y me apetece cambiar de tema.
Gracias a los datos de la Agencia Tributaria sabemos el comportamiento de los españoles frente a aquellos productos que tiene un gravamen específico y especial: bebidas alcohólicas, hidrocarburos y tabaco. Analizando dos de estos productos, vemos el comportamiento tan distintos que han sufrido en el último año. La cerveza, como ejemplo de bebida alcohólica, ha alcanzado niveles de recaudación nunca vistos superando las cifras de antes de la crisis. El análisis oficial habla de mucho calor y de año de récord turístico. En el otro extremo está el tabaco cuyo consumo, cuya recaudación más bien, ha alcanzado niveles mínimos. Recordemos que en el tabaco, gracias a los incrementos impositivos de este gobierno, casi el 80% son impuestos. Habrá que suponer, por el mismo análisis, que el calor es enemigo del fumar y que el boom turístico afecta más a los no fumadores.
No entiendo nada. ¿Nadie ha pensado en la posibilidad de que estas modificaciones en el consumo tengan que ver con que la cerveza es más barata que el vino y que cada día más tabaco, por su precio exorbitante, es de contrabando? ¿Alguien me lo explica?